Es muy peligroso para quienes vivimos en sectores oscuros, ser acechados por algún delincuente. Esto lo observamos desde la mitad del puente el Velero a lo largo del Malecón del Salado que da hacia la ciudadela Ferroviaria, hasta el parque del mismo nombre.

También está oscuro hacia el oeste, a lo largo de las calles Diez de Agosto, entre la Octava y la Novena, volviéndose lugares peligrosos y propicios para que deambulen personas indeseables.

Cada vez que se llama a la Empresa Eléctrica, la respuesta que recibimos es que debemos llamar al Municipio porque ellos no atienden áreas que están siendo regeneradas por la Alcaldía, y cuando nos dirigimos allá nos dicen lo contrario.

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Así, ya llevamos dos mese y no hemos recibido respuestas de la Empresa Eléctrica ni del Municipio respecto al alumbrado público que se necesita en algunas áreas urbanas regeneradas. 

En cambio, en las planillas, sí nos cobran puntualmente por el servicio de alumbrado público.

¿Quién resolverá el problema?

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Maribel Muñoz Coello
Guayaquil

En un programa de radio escuché hablar sobre el beneficio para el público, de poder ahora transitar por las rutas que han sido muy bien iluminadas en la ciudad, y los consejos para evitar ser asaltados; aplaudo la buena intención, sin embargo, creo que las ventajas son para los delincuentes porque:

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Al convertirse, por ese motivo, dichas vías en pasos de gran circulación, los asaltantes tienen mayores oportunidades, principalmente los sacapintas, de robar más y huir por las otras calles que en cambio están solitarias y oscuras. Un ejemplo, la avenida Quito, los ladrones se escapan por la Plaza La Victoria, calles Colón, Sucre, Alcedo, Capitán Nájera, Brasil, Padre Solano, etcétera.

El hampa, al tener noticias de estas vías, se preparan para inventar otros golpes “de gracia”.

En las otras calles, es que se deberían aumentar las luminarias, pues allí viven los habitantes que sentirían preocupación si existiera constante vigilancia y seguridad, la cual hoy es casi nula, por lo que la ciudadanía está desesperada y clama soluciones.

No es conveniente mandar a todos los pandilleros y delincuentes a establecimientos carcelarios, ahí se corrompen más, esos sitios son escuelas de la corrupción.

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Es necesario ubicarlos en los cuarteles para que hagan la instrucción militar, seleccionándolos según la edad para que ahí mismo aprendan oficios y estudios.

Lcdo. Enrique Arteaga Gallegos
Guayaquil