La cubana Dulce Tellez, jugadora estelar del equipo femenino de voleibol de ese país desertó este domingo en Puerto Rico y pidió asilo político, informó el presidente de la confederación regional de voleibol, citando a la policía.
"Las autoridades policíacas de Puerto Rico confirmaron que la atleta Dulce María Tellez decidió desertar del equipo de Cuba", dijo a la AFP el presidente de la Confederación de Norte, Centroamérica y el Caribe de Voleibol (NORCECA), Cristóbal Marte.
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La deportista cubana, quien hacía parte de la selección nacional que participa en la Copa Panamericana de vóleibol, abandonó el hotel donde se aloja la delegación de su país a eso de las 03h00 del domingo, relató Marte.
El delegado cubano Raúl Diago Izquierdo, se mostró preocupado por el paradero de la jugadora. "Estaban preocupados porque posiblemente le había sucedido algo a la muchacha o había sido secuestrada", relató Marte.
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Pero, de acuerdo con Marte, la policía de San Juan confirmó que la jugadora había decidido desertar y ya solicitó asilo político.
El dirigente de NORCECA expresó que desde el punto de vista deportivo es una situación lamentable, ya que afecta al equipo nacional que vino a una competencia internacional.
"Podría afectar el rendimiento del equipo en un evento de esta naturaleza. Es lamentable", acotó.
El último partido de Téllez con la selección cubana fue la tarde del sábado, cuando 'Las Morenas del Caribe' doblegaron fácil a Venezuela en tres sets.
En ese choque la central cubana anotó 13 puntos y fue la mejor rematadora con 8 de 14 intentos y segunda en los bloqueos con 3 de 13.
Marte recordó que en Puerto Rico se han dado varias deserciones de atletas cubanos y lo mismo pasó en México, durante el torneo Centrobasket, y en la pasada Copa Panamericana de voleibol en esa nación.
"Esta es una realidad que lamentablemente tienen que enfrentar los equipos nacionales cubanos cada vez que salen a una competición", subrayó.
La última vez que otro equipo cubano había visitado Puerto Rico fue la selección nacional de béisbol, en ocasión del Clásico Mundial que tuvo una de sus sedes en esa isla.
En esa oportunidad no se reportó la deserción de ningún miembro de la delegación, aunque las medidas de seguridad tomadas en torno al equipo fueron extremas, según pudieron constatar los medios de prensa acreditados en el torneo.