Agencias humanitarias de las Naciones Unidas y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresaron hoy su preocupación por la situación en Timor Oriental y pidieron a la comunidad internacional que financie sus operaciones en el país.
"Nos inquieta lo que sucede en las provincias porque no podemos acceder a ellas, el sistema de salud es extremadamente precario y de las más de 70.000 personas que han huido de la capital, 30.000 son menores de edad y 15.000 tienen menos de 5 años", señaló el portavoz del Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), Damien Personnaz.
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Ese éxodo masivo derivado de la ola de violencia en la que está sumergida Dili, la capital timorense, es "especialmente preocupante" por la falta de información y de medios disponibles, agregó.
Los enfrentamientos se desataron después de que el primer ministro, Mari Alkatiri, despidiera el pasado abril a 600 militares -la tercera parte del Ejército nacional- que estaban en huelga para exigir el fin de la discriminación que en su contra practicaban los mandos militares, por pertenecer a otro grupo étnico.
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Tras describir la preocupante situación de la población infantil en Timor, el portavoz señaló que UNICEF ha solicitado $ 2,6 millones para asistir, de aquí al 31 de agosto próximo, a los niños y ocuparse de su seguridad y condiciones sanitarias, en un país donde la mortalidad infantil y la maternal supera el 50 %.
Su homólogo en el CICR, Vincent Lusser, dijo en esa misma conferencia de prensa que en estos momentos "la prioridad es el establecimiento de servicios de higiene y sistemas de agua potable para la gente que vive apiñada en campamentos improvisados de los alrededores de la capital".
La organización planea distribuir ayuda humanitaria a los desplazados internos que se han establecido en aproximadamente 50 campamentos cercanos a Dili y que "no se atreven a abandonarlos a pesar de que la violencia ha remitido en los últimos días".
Por otra parte, la portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Fadela Chaib, incidió en que la provisión de agua potable es una de las necesidades más acuciantes, dado que poco más del 50 % de la población tiene acceso a ella.
"Más del 60 % de las muertes son originadas por enfermedades como el paludismo y la tuberculosis, que son endémicas en la región, mientras que los niños se ven particularmente afectados por la diarrea e infecciones respiratorias", afirmó Chaib.
La representante de la OMS destacó que la asistencia sanitaria ha sido asumida por organizaciones internacionales ante la falta de personal local y subrayó que otro problema grave es el bajo porcentaje de vacunación infantil.
Por su parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) aseguró que trabaja en la descongestión de los emplazamientos donde los desplazados se han aglomerado y en la mejora de sus condiciones de vida.
Esa agencia especializada de la ONU, que planea enviar un total de 400 toneladas de provisiones, hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que proporcione los $ 4,8 millones que necesita para proseguir con su labor, puesto que hasta ahora sólo ha recibido poco más de 500.000 dólares.