La ubicación de todo rótulo requiere de un permiso en la Dirección de Urbanismo.

La regeneración incrementa sus normas de control para el mantenimiento de las zonas que han sido mejoradas.

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A la disposición de postes únicos, de colocación de antenas de telecomunicaciones y de azoteas pintadas y sin basura en el centro, se suma ahora la de instalación de rótulos publicitarios para el cantón.

El Municipio aprobó una tercera reforma a esta ordenanza, que establece la ubicación de letreros en las zonas regeneradas, según su grado de intervención. Este varía de acuerdo con los materiales utilizados, a la ubicación y a la plusvalía del sector.

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En las áreas de grado 1, por ejemplo, están en el centro de la ciudad y el barrio del Centenario. Allí se permitirá solo el uso de rótulos arquitectónicos en fachadas (excluyendo la planta baja y el mezanine), cuando formen parte del diseño, en una proporción no mayor del 10% del frente.

“Siempre que no tapen elementos arquitectónicos, balcones, molduras o ventilaciones”, explica Efrén Baquerizo, coordinador institucional de rótulos publicitarios.

En la planta baja se permitirá un rótulo por edificio, solo si el 70% de este se destina al mismo uso (consultorios o comisariato). En caso de edificios esquineros, indica, podrán tener un letrero por frente sin que haya continuidad entre ambos; y, en los que tienen soportales, solo rótulos en la fachada de la planta baja, no entre los pilares.

Las disposiciones sufren cambios mínimos para las áreas grado II y III, en las que se incluyen Urdesa, Benjamín Rosales, la calle Chile, Eloy Alfaro,  Av Quito. En el caso del rótulo en fachadas de edificios se admite hasta un 25% del total del frente.

A esto se suma que cuando un edificio tiene múltiples uso se pueden usar rótulos en los llamados antepechos (separaciones entre ventanas) dejando los retiros establecidos. En esta zona, sí se admite que los locales esquineros situados en la planta baja de edificios tengan un letrero continuo.

Aunque la ordenanza rige para toda la ciudad, los controles empiezan por áreas regeneradas, señala Andrés Roche, director de Justicia y Vigilancia del Cabildo. “En las zonas que se van interviniendo le pedimos al propietario que vaya cambiando sus rótulos”.
 
En enero pasado, la Dirección de Justicia y Vigilancia citó a cerca de 300 propietarios de locales comerciales en la Av. Machala, que se encuentra en regeneración, para que corrijan sus rótulos.

A ellos se les da un plazo de entre 30 y 90 días para hacerlo sino se procede al retiro del letrero y se aplica una multa que fluctúa entre 20 y 40 dólares.

En la recién inaugurada calle Lizardo García se decomisaron cerca de quince letreros que no cumplían con las normas, dice Baquerizo.

Los propietarios deben obtener un permiso de factibilidad de rótulo en la Dirección de Urbanismo para poder colocar cualquier letrero. El personal de esta dirección lo aprueba con una inspección.