Durante décadas el emblema de Brasil en los cielos del mundo: la aerolínea Varig, intentará el próximo jueves evitar la quiebra al ofrecer en remate sus naves y rutas por un valor base de $ 860 millones.
El negocio interesó a once empresas nacionales y extranjeras, pero varias desistieron y hasta el viernes apenas seis accedieron a la información de la compañía, cuyas deudas superan los $ 3.000 millones. Ningún interesado dio señales de que irá a la subasta en el aeropuerto Santos Dumont de Río de Janeiro.
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El remate estaba previsto para el 9 de julio próximo, pero fue anticipado a causa de que la falta de liquidez de Varig le torna casi imposible operar.
Varig se amparó en el 2005 en la ley de quiebras. De sus 3.000 millones de dólares, el 65% son proveedores de servicios en los que tiene participación el Estado como Infraero, que administra los aeropuertos, y BR Distribuidora de combustible para aviones.
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Un tribunal de Nueva York, que tramita el litigio, ayudó a Varig al extender la prohibición de secuestrar 27 aviones arrendados impagos.