Un tribunal ruso condenó ayer a cadena perpetua al único atacante sobreviviente de una escuela en Beslan, en un juicio donde, según parientes de las víctimas, no hay respuestas clave.

Ellos exigen conocer quién fue el causante, Nur-Pashi Kulayev y los otros 31 atacantes, o autoridades cuya negligencia dejó que cientos de niños y sus padres fuesen plagiados el primer día de clases en septiembre del 2004.