Unas 14.700 familias han huído de sus hogares debido a la violencia sectaria y la cifra está creciendo, dijo el domingo la ministra de migración de Iraq.
  
Suhaila Abed Jaafar señaló que se requieren esfuerzos concertados de los militares para despejar áreas controladas por insurgentes y extremistas antes de que esas familias logren ser convencidas de que pueden retornar.
    
El problema de las familias desplazadas requiere un operativo militar para limpiar las áreas de amenazas terroristas, dijo Jaafar luego de reunirse con familias desplazadas y con autoridades religiosas, entre ellas el gran ayatola Ail al-Sistani, en la ciudad sagrada chiíta de Nayaf.
    
La solución está en manos de los ministerios de Interior y de Defensa, dijo la funcionaria.
  
Jaafar señaló que antes de la destrucción de un santuario sagrado en Samarra, en febrero, la cifra de familias desplazadas no superaba las decenas.
    
Pero, luego de esa catástrofe, la cifra subió drásticamente, dijo Jaafar.