El jefe militar del ELN, Antonio García, concluyó este viernes en Colombia una gestión dirigida a avanzar hacia un  proceso de paz, durante la cual esa guerrilla fue invitada a sumarse al principal partido de izquierda una vez se desarme.
  
García señaló en una conferencia de prensa que las negociaciones requieren el diseño de políticas sociales de largo plazo y no de meros gestos ocasionales de paz, al hacer un balance sobre las reuniones que sostuvo en la Casa de Paz  en el poblado de San Cristóbal, cerca a Medellín (400 km al noroeste de Bogotá).
  
"Es un proceso que es de largo plazo, no es solamente que se construya una  agenda en el papel, sino iniciar la discusión de unas temáticas", reiteró García, quien negó que esa guerrilla hubiera roto las negociaciones con el gobierno del ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002).
  
"El ELN nunca se ha levantado de la mesa, los que se han levantado han sido los gobiernos", dijo.
  
Durante la semana, García y el vocero político Francisco Galán, hablaron  con autoridades regionales así como con líderes comunitarios y estudiantiles,  dirigentes políticos, sindicatos y representantes de la Iglesia.
  
Ambos dirigentes del Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista), a los que el Gobierno concedió un salvoconducto para movilizarse en el país,  realizaron las reuniones como preparación del tercer encuentro en Cuba con el  gobierno colombiano que tendrá lugar la próxima semana.
  
"Nuestra expectativa para La Habana ahora es que vamos a iniciar a diseñar la agenda para el proceso", añadió García.
  
El segundo dirigente en importancia del ELN insistió durante las charlas que sostuvo con representantes de diversos sectores sociales, que temas como el  cese de hostilidades, el desarme y el reconocimiento del estatus político al  ELN no pueden ser considerados como sinónimos de un proceso de paz, sino como  pasos que ayudan en la construcción de una agenda para negociar.
  
"La negociación se eternizará tanto como se eternice la solución de los problemas del país", insistió el jefe militar.
  
En uno de los encuentros, el ELN, al cual en febrero el presidente colombiano Alvaro Uribe criticó por "no dar pasos por miedo a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas)", fue invitado por Samuel  Moreno, jefe del movimiento Polo Democrático Alternativo (PDA), a integrar las  filas de la izquierda una vez se desarme.
  
El analista político Daniel Valencia, de la privada Universidad Externado de Colombia, dijo que estos pasos son el resultado de una campaña de "tanteo"  (aproximación) para detectar los sectores que puedan acoger a la guerrilla en  caso de que opte por negociar.
  
Valencia dijo que esa guerrilla cuyo desgaste político y militar  no es un misterio, está "buscando la posibilidad de salir a la vida civil" y evitar ser reclutada por las FARC, con las que no descartó "puede estar realizando una negociación alterna".
  
"Sería terrible para el ELN que tiene una visión más abierta al diálogo, tener que integrarse a las FARC" dadas sus diferencias conceptuales y estratégicas, sostuvo.
  
El analista ve en la insistencia del ELN en aclarar que los diálogos son  exploratorios, la intención de esperar los resultados de las elecciones  presidenciales del 28 de mayo para tomar decisiones definitivas.
  
"Están esperando para ver cómo le va a Uribe, cómo queda el próximo gobierno y así, decidir si le apuestan a la negociación", concluyó.
  
Gustavo Ruiz, miembro de una comisión civil que actúa como garante de los  diálogos, dijo que en la reunión de La Habana, que se cumplirá entre el 25 al 29 de abril, se preparara "la agenda de la tercera fase exploratoria".