El ministro secretario de la Administración Pública es un “puente” con los socialcristianos.
Mediante el Decreto Ejecutivo 1332, que reformó el Estatuto del Régimen Jurídico y Administrativo de la Función Ejecutiva, el presidente de la República, Alfredo Palacio, amplió los poderes de la Secretaría de la Administración Pública.
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José Modesto Apolo ahora tiene rango de ministro de Estado con la tarea de coordinar el trabajo de secretarios de Estado y asesores.
El documento solo oficializó lo que, en la práctica, este jurista guayaquileño de 57 años hacía desde hace meses: ser el jefe del gabinete de ministros, con una gran influencia sobre las decisiones de Palacio, a quien conoció cuando formaban parte del gobierno del entonces presidente Sixto Durán-Ballén (1992-1996).
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El primero era ministro de Salud y el segundo, viceministro de Comercio Exterior.
Tras su actuación en ese régimen, ambos continuaron frecuentándose socialmente. Por eso, en el 2003, cuando Palacio era vicepresidente, Apolo fue invitado a participar en las reuniones de debate que, con sus más cercanos amigos, sostenía en su centro cardiológico o en el Club de la Unión.
Por ser abogado experto en Derecho Marítimo, el entonces Segundo Mandatario le pedía consejo respecto a temas portuarios, aduaneros y de comercio exterior, aunque también hablaban de política.
Ya en la presidencia, el ahora ministro-secretario se acercó a Palacio para hacerle una propuesta de reforma política a través de asambleas populares. No la aprobó porque estaba ejecutándose el sistema de Concertación Ciudadana, pero lo designó asesor político.
Desde entonces se convirtió en vocero presidencial, lo cual molestaba a otros ministros de Estado, que decían que se arrogaba funciones.
Mauricio Gándara, quien fue el primer ministro de Gobierno del régimen de Palacio, afirma que Apolo pertenece al ‘círculo oscuro’ que se reunía para “hacer listas de los funcionarios que debían salir”.
Tres ex funcionarios del régimen reconocen en él una gran habilidad política que le permitió ascender rápidamente, desplazando incluso a antiguos amigos del mandatario.
De ahí que, en diciembre pasado, Apolo asumiera la Secretaría de la Administración en reemplazo de Luis Herrería, muy cercano a Palacio.
Fiel a su personalidad perfeccionista, una de sus primeras acciones fue remodelar su oficina con muebles escogidos de las bodegas de Carondelet, cuenta Emilio Aguiar, empresario naviero con quien tiene amistad hace 25 años.
Desde ese puesto ha actuado como negociador con los bloques en el Congreso y con cabildos y grupos movilizados.
Aunque dice tener una buena relación con todos los partidos políticos, Apolo actúa como “puente” con el Partido Social Cristiano (PSC), especialmente con el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot.
Alguna vez, recuerda un funcionario del régimen, este pidió al entonces ministro de Gobierno, Alfredo Castillo, acceder a una petición de Nebot: aprobar con celeridad el estatuto de la Corporación que administrará el Registro Civil de la ciudad. “Firma nomás que es para Jaime”, dijo a Castillo, quien se negó a hacerlo.
El secretario admite ser amigo de Nebot, a quien conoció cuando ambos estudiaban en el colegio Javier. Luego coincidieron en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Católica de Guayaquil.
El diputado socialcristiano Xavier Sandoval niega una estrecha cercanía entre el alcalde y Apolo. “Como guayaquileño, asesor de las cámaras de la producción, se conocen y se frecuentan”, señala.
Quienes conocen a Apolo dicen que es muy religioso, aunque posee un carácter explosivo, autoritario. Cuando da una orden, esta tiene que ser cumplida con premura, sin fallas. No duda, por ejemplo, en pedirle a gritos a sus secretarias que repitan un informe cuando tiene errores.
Sus amigos cuentan, sin embargo, que Apolo “dosificó su energía” después de superar un cáncer a la base de la lengua detectado en 1999.
El funcionario se sometió a un tratamiento de radioterapia en Estados Unidos. Perdió la barba, sus papilas gustativas y las glándulas salivales.
El tiempo de convalecencia duró cinco años; ahora él se considera un sobreviviente.
MUY PERSONAL
ESTUDIOS
Es doctor en Jurisprudencia, especializado en Derecho Marítimo, Aduanero y Comercio Exterior. Tiene una maestría en Ciencias Internacionales.
EN LA FUNCIÓN PRIVADA
Ha sido director de las cámaras de Industrias y de Comercio de Guayaquil; fue asesor de la Cámara Marítima. Preside la Fundación Ecuatoriana contra el Cáncer y es miembro del directorio de Solca.
EJERCICIO PROFESIONAL
Ha sido abogado de empresas navieras como Transoceánica, Grupo Noboa y Maersk Sealand.
CANDIDATURA
Se postuló para concejal por el Partido Liberal en 1986.