El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, explicó hoy su intención de presentar un equipo "bien armado físicamente" para enfrentarse mañana al Benfica en la Liga de Campeones.

El técnico holandés justificó la necesidad de alinear un once solvente en el cuerpo a cuerpo en que el Benfica es "un equipo maduro y de mucha fuerza física que, además, siempre funciona en los partidos importantes".

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Sin embargo, Rijkaard aclaró que el hecho de que vuelva apostar por un fútbol más táctico fuera de casa -tal como hiciera en Stamford Bridge, en Londres, ante el Chelsea- no significa que renuncie al estilo ofensivo que caracteriza a los azulgranas.

"También será importante prestar atención a nuestro juego de posesión", subrayó el técnico del Barcelona, quien no quiso desvelar si en esa otra apuesta por mantener el balón será Andrés Iniesta o Mark van Bommel la pareja de Deco en la medular.

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Cuando le preguntaron sobre las diferencias entre Iniesta y Van Bommel y en cómo podía afectar al juego del Barca la alineación de uno u otro futbolista, el holandés prefirió utilizar su habitual ironía.

"Diferencias? Uno es bajito y el otro es bastante grande", apuntó esbozando una media sonrisa.

Tampoco quiso Frank Rijkaard extenderse mucho a la hora de hablar del rival, al que calificó de "equipo notable" y del que recordó que había alcanzado los cuartos tras eliminar al Liverpool, actual campeón de Europa, en Anfield Road.

"Lo importante es empezar con once jugadores en el campo que tengan la mentalidad y el espíritu correctos y, sobre todo, acabar el partido también con once", sentenció.