El francés Sebastien Loeb (Citroen Xsara) ganó este domingo el Rally de Cataluña, seguido por su compañero de equipo el español Dani Sordo, que lograba su primer podio en una carrera sin celebraciones, tras la muerte del copiloto alemán Jorg Bastuck el pasado viernes.
No hubo entrega de trofeos en el podio, ni champán, ni himnos. La Federación Internacional del Automóvil (FIA) y la organización de la prueba cancelaron todas las celebraciones, así como la habitual conferencia de prensa posterior a la carrera. Los pilotos de todas las categorías fueron juntos del parque de asistencia a la zona del podio, donde guardaron un minuto de silencio en memoria de Bastuck, copiloto del alemán Aaron Burkart (Citroen C2) en categoría junior, que murió con 36 años al ser arrollado por otro auto cuando cambiaba una rueda. En su segundo triunfo consecutivo en Salou, Loeb, vigente bicampeón mundial, ganó este domingo su segunda carrera de la temporada tras la de México. Esta victoria le permite distanciarse en el Mundial del finlandés Marcus Gronholm (Ford Focus RS), tercero en Cataluña tras el asombroso Dani Sordo. "Contar nueve puntos de ventaja es muy importante porque Gronholm tiene un enorme potencial, puede ser peligroso", decía el piloto francés. "Estoy muy contento de sumar estos puntos", aseguraba. Gronholm, delante después de los cuatro primeros tramos cronometrados, fue descendiendo lentamente en la clasificación en la ES5 y la ES6, con problemas de turbo. El sábado remontó de la décima a la cuarta posición y este día se hizo con la tercera que ocupaba el Peugeot 307 del francés Alexandre Bengué (Peugeot 307). El finlandés hizo en total diez mejores tiempos, incluidos cuatro el domingo y nadie duda que, sin problemas mecánicos, habría luchado con Loeb. Esa batalla promete ser dura dentro de quince días en Córcega, un rally que se correrá también en asfalto. "Este tercer puesto es algo bueno después de los problemas que hemos tenido", declaraba el finlandés de 38 años. "Pero seguimos perdiendo puntos en la clasificación respecto a Loeb", admitía. Por su parte Sordo, que fue cuarto en México, sin duda estuvo a la altura de las expectativas de su público. El campeón mundial junior de 2005, a sus 22 años, marcó incluso su primer tiempo scratch con los grandes en la ES10. "Estamos muy contentos y aún nos cuesta creerlo", reconocía el piloto cántabro. "Hemos hecho una carrera muy inteligente. Somos terceros en el Campeonato del Mundo, no se puede pedir más", comentaba satisfecho. Como Loeb, el pupilo de Carlos Sainz supo mantener la calma tras hacer una excelente primera jornada. La decepción llegaba del noruego Petter Solberg (Subaru Impreza), que sólo se clasificó en séptimo lugar, a más de tres minutos 25 del vencedor. "Es muy difícil. Todo el mundo ha hecho todo lo posible pero no basta. ¿Qué podemos hacer?", lamentaba.