Faltaban catorce minutos cuando el técnico de Barcelona, Mario Jacquet, hizo debutar al brasileño Rafael Ueta el pasado domingo ante Liga de Quito, a pesar de que no había considerado al volante en los entrenamientos del equipo titular  la semana pasada.

Jacquet comentó incluso  que  en las prácticas no podía ver en su plenitud a Ueta, porque una de sus dificultades era comunicarse.

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El paulista, proveniente del club Ponte Preta, fue fichado por el presidente del club Galo Roggiero, “incluso antes de conocer al estratega del equipo”, reconoció ayer el directivo, por eso “la responsabilidad de esta contratación la asumí yo”.

A pesar de este compromiso, Roggiero aseguró que nunca le pidió o exigió a Jacquet que hiciera jugar al volante paulista en el encuentro del domingo en Quito.

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“Cuando el técnico vino y hablamos personalmente, fui transparente y claro. Le dije que yo asumía la responsabilidad de contratar a Ueta, pero que desde ese momento  iba a estar a sus órdenes para que lo observe y lo califique. Le sugerí que si él consideraba que ese futbolista no era para Barcelona, por favor, que no lo haga jugar para no quemar el cupo, y que siga dejando el tema del refuerzo bajo mi responsabilidad”, aclaró el dirigente amarillo.

Ahora, “el técnico lo llevó a Quito  y lo hizo jugar en el momento que creyó necesario, pero ya bajo su responsabilidad”, agregó Roggiero.

Sobre los comentarios que Jacquet hizo sobre las complicaciones de Ueta para comunicarse en español, Roggiero consideró que “el entrenador fue mal interpretado.

El fútbol tiene un lenguaje universal, hay jugadores latinoamericanos que van a Japón y triunfan. Además la intención era contratar a un futbolista no a un especialista en idioma”.

“Espero que Ueta tenga más oportunidades para mostrar su calidad”, concluyó.