Unas 2.000 trabajadoras rurales invadieron una plantación propiedad de una de las mayores papeleras de Brasil y destruyeron un laboratorio con miles de muestras y semilleros listos para sembrar, ocasionando pérdidas de miles de dólares.
  
La ocupación se produjo la madrugada del miércoles en una protesta de las trabajadoras por los plantíos de eucaliptos, que realiza la empresa Aracruz Papel e Celulose SA en una zona del estado de Río Grande do Sul, y que según las manifestantes perjudica la biodiversidad de la región.
  
El grupo, mujeres miembros de Vía Campesina, un red mundial de trabajadores rurales, ocupó la planta y destruyó el laboratorio y vivero de Aracruz ocasionando pérdidas en material genético de al menos 400.000 dólares, dijo Renato Rostirolla, gerente de bosques de la empresa citado en un despacho del servicio oficial de noticias Agencia Brasil.

Parte del material genético y muestras llevó casi 15 años en desarrollar, dijo la empresa.
  
Vía Campesina dijo que organizó la invasión para denunciar el impacto social y ambiental del desierto verde creado por la monocultura del eucalipto, dijo Vía Campesina en un comunicado en su sitio de internet.
  
Las mujeres abandonaron la plantación una hora después de la ocupación. No se reportaron heridos, dijo Igor Felipe, vocero del grupo de manifestantes.
  
Según Vía Campesina el creciente cultivo de eucalipto y otros árboles, para producir papel en la región, está provocando contaminación, la salida de agricultores pobres de sus tierras y problemas de salud.
    
Estamos contra los desiertos verdes, las enormes plantaciones de eucaliptos, acacia y pino para celulosa, que cubren miles de hectáreas en Brasil y en América Latina. Donde avanza el desierto verde la biodiversidad es destruida, los suelos se deterioran, los ríos se secan, sin contar con la enorme contaminación generada por las fábricas de celulosa que contaminan el aire, las aguas y amenazan la salud humana, dijeron la mujeres de Vía Campesina en su manifiesto.  

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La empresa denunció la ocupación como un ataque sobre la industria nacional papelera y el reconocido sector del agronegocio de Brasil.
    
Aracruz repudia estos actos de vandalismo, intimidación y la invasión de la propiedad privada, dijo la empresa en su comunicado.