El vicepresidente Rodolfo Nin Novoa sostuvo que como Uruguay no es una provincia argentina, se rehusa a suspender las obras de dos plantas de celulosa que han puesto las relaciones con la Argentina en crisis, si antes no finaliza con los cortes de rutas y puentes internacionales.
Aunque los presidentes Tabaré Vázquez, de Uruguay, y Néstor Kirchner, de Argentina, intercambiaron gentilezas, el problema que enfrenta a los dos países no parece fácil de resolver.
La reacción de Nin Novoa, en declaraciones a una radioemisora y al canal estatal de televisión el jueves en la noche, se produjo tras el pedido de Kirchner a Vázquez, lleno de afirmaciones de amistad y hermandad, para que suspenda 90 días la construcción de las plantas y designar expertos en medio ambiente que hagan un estudio sobre los eventuales impactos que podrían tener sobre el eco sistema.
En sus primeras reacciones tras el pedido de Kirchner, Nin Novoa dijo que el reclamo de suspender las obras era impertinente, pero la vicecanciller Belela Herrera salió a aclarar que lo que quiso decir fue que no era un pedido pertinente.
En posteriores declaraciones, Nin Novoa explicó que el presidente Kirchner no es el impertinente, lo respeto mucho. El planteo no fue procedente porque Uruguay actúa en la legalidad, a favor de la captación de inversiones que cumplen con todos los requisitos medioambientales del país.
Agregó que estas cosas no se plantean públicamente. Se hacen en un ámbito cerrado. El planteo fue un poco mediático, dijo en alusión al pedido de Kirchner.
El gobierno uruguayo ha dado la información, ha invitado a los hermanos argentinos que participen del control y del monitoreo de las plantas, ha dado todos los tiempos posibles. Qué más podemos hacer?. No somos una provincia argentina, éste es un país independiente, añadió.
Admitió que el pedido de Kirchner está hecho con humildad, pero "nosotros también hemos pedido con humildad". Nadie está más interesado que Uruguay en mantener la condición de país natural, dijo.
Agregó que el Gobierno argentino cambió el discurso respecto a un informe similar de Kirchner ante el Congreso el año pasado, donde se dijo que se había superado todos los problemas ambientales.
Argentina reclama que se paralice la construcción de las plantas y Uruguay supedita toda negociación a que los vecinos finalicen con los cortes de ruta y puentes que han venido aplicando en dos de los tres puentes internacionales.
Vázquez consideró que esas actitudes causaron graves perjuicios económicos a Uruguay.
Las empresas son Botnia de Finlandia y Ence de España que invertirán 1.800 millones de dólares en las plantas.