La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) manifestó su preocupación porque algunos gobiernos sudamericanos, como Perú y Bolivia, estén considerando la posibilidad de reducir los esfuerzos en el combate a cultivos ilícitos, como los de coca.
  
La declaración de la JIFE, ligada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), está contenida en las 122 páginas de su informe 2005, con datos del año anterior, divulgado en su sede de Viena esta semana y presentado en Brasil este viernes en una conferencia de prensa en la sede del palacio de Gobierno.
    
Preocupa a la Junta que los gobiernos de algunos países de América del Sur, en vista de las dificultades observadas para combatir el cultivo ilícito y el narcotráfico, vengan considerando la posibilidad de reducir sus esfuerzos de lucha contra esas actividades delictivas, dijo la JIFE en su informe.
  
En ese contexto dos países sudamericanos son mencionados en el informe de la JIFE: Perú y Bolivia.
  
En Perú, menciona el informe, la preocupación se centra en que en 2005 varias administraciones locales dictaron ordenanzas, que de hecho, legalizaban el cultivo de la coca con fines tradicionales, es decir para masticar y preparar infusiones.   Preocupa a la Junta que esas medidas sienten un precedente si se permite que sigan en vigor, aseguró el informe.
  
En Bolivia las tensiones políticas y sociales han limitado gravemente la capacidad del gobierno para hacer frente al aumento del cultivo del arbusto de coca, además la política de erradicación se ha visto socavada por los acuerdos de corto plazo con los cultivadores de coca, añadió la JIFE.
    
Claro que la comunidad internacional está preocupada por el potencial aumento de producción de cocaína, con el aumento de las áreas cultivadas y las dificultades de controlar la transformación de la hoja de coca a cocaína, (que) potencialmente podría aumentar también la producción de cocaína, dijo a los periodistas en la presentación Giovanni Quaglia, representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen (UNODC) para Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay.
  
En Perú el cultivo de coca no está prohibido por ley, dijo el funcionario, mientras en Bolivia se permite un cultivo de hasta 1.600 metros cuadrados de coca por campesino, según los términos de un acuerdo entre el Gobierno y los cultivadores en el año 2004.
  
Según los datos del informe de la JIFE, en Perú el cultivo de hoja de coca se estimó en unas 50.300 hectáreas para el año 2004, un aumento de 14% respecto a 2003. La JIFE también indicó que aunque fueron erradicadas 10.000 hectáreas en 2004, la oposición a la erradicación del cultivo ilícito va en aumento.
  
En Bolivia, aseguró el informe, los cultivos se calcularon en unas 27.700 hectáreas, un incremento de 17% comparado al 2003. La JIFE dijo además que en 2004 se erradicaron 8.437 hectáreas de cultivos de arbusto de coca, menos que en cada uno de los tres años anteriores.
    
Lo difícil es controlar la transformación de la hoja de coca en cocaína, entonces claro que a mayor área cultivada de hoja de coca, aumentan las posibilidades de tener una transformación en cocaína...pero dejemos al tiempo lo que va a pasar en Bolivia y Perú, dijo Quaglia.