Los narcotraficantes colombianos están trasladando los cultivos de coca a Ecuador y Venezuela, advirtió el informe anual de la Junta de Fiscalización de Estupefacientes (Jife) de la ONU, divulgado este martes en Bogotá.
"Se sigue registrando cultivo ilícito de arbusto de coca en el Ecuador y la República Bolivariana de Venezuela, en las zonas cercanas a las fronteras de esos países con Colombia, aunque ese cultivo es muy limitado y esporádico en comparación con el de los principales productores", dice el informe.
El informe además afirma que "los traficantes de drogas reaccionaron a la intensificación de las campañas de interceptación en Colombia trasladando gradualmente la fabricación ilícita de cocaína a otros países y utilizando nuevas rutas".
Igualmente señala que "hay grupos delictivos internacionales integrados por colombianos y mexicanos que se dedican al tráfico de drogas en toda América del Sur".
El informe reconoce que las acciones de erradicación de cultivos de coca en Colombia permitieron que en este país se registrara una "reducción" de esos cultivos en el 2005, pero no precisó el porcentaje de esa disminución.
Sin embargo, al respecto dijo que "la fumigación de cultivos alcanzó en 2004 un nivel sin precedentes en Colombia por cuarto año consecutivo, lo que contribuyó a la disminución sostenida del cultivo".
El ministro colombiano del Interior y Justicia, Sabas Pretelt, quien asistió a la presentación del informe, dijo que el gobierno el presidente Alvaro Uribe recibía con "entusiasmo" el informe, pero reveló que los narcotraficantes han elevado en un 25% la productividad de cada hectárea sembrada con coca.
"Hoy los narcotraficantes siembran las matas más juntas y además han incrementado el número de cosechas anuales de entre 3 y 4 a 4 y 5", explicó Pretelt, quien reconoció que Colombia sigue siendo el primer productor y exportador mundial de cocaína, con unas 450 toneladas al año, según estimó.
Además dijo que los narcotraficantes están utilizando toda suerte de métodos para contrarrestar las fumigaciones como, por ejemplo, rociar las matas de coca con agua de panela, por lo que se hace necesario fumigar dos veces un mismo cultivo.
Destacó que mientras en el año 2000 en Colombia había unas 160.000 hectáreas sembradas con coca, esa cantidad cayó en el 2005 a 80.000 hectáreas.
Por su parte, el miembro de la Jife, el colombiano Camilo Uribe, reconoció que "cerca del 80% del clorhidrato de cocaína que se comercializa en el mundo es procedente de nuestra exportación"; pero aseguró que "el hecho de que se haya reducido ostensiblemente los cultivos de coca en el país, todavía no hace que Colombia deje de ser el primer país exportador. Tardará muchos años", sentenció.
El documento de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes, que se elabora con base en reportes gubernamentales y los informes de la Oficina de Naciones contra la Droga y el Delito, también atribuyó el aumento de los cultivos de coca en Bolivia y Perú a la "intensificación de las campañas de erradicación y represión del gobierno colombiano".
En términos generales la Jife dijo que "en 2004 el cultivo de arbusto de coca en América del Sur aumentó en un 3% respecto de 2003, y siguió extendiéndose a zonas que antes no se veían afectadas".
La Jife llamó finalmente la atención sobre el hecho de que "la fabricación de cocaína y el tráfico de drogas han seguido extendiéndose en la región, pese a haberse intensificado las campañas de interceptación".