Jesús dijo: “Que tu mano izquierda no sepa lo que hace tu mano derecha”; pero, políticos que dicen amar tanto a Dios y a los pobres, hacen todo lo contrario en evidente contradicción de lo que pedía Jesús.
Es loable la acción que unos están haciendo, pero no es necesario que todo el mundo lo sepa, lo cual significa que están persiguiendo algún fin y que lo que hacen tiene un solo propósito. Eso de por sí, ya los desmerece ante Dios, pero el deseo de ellos es que todo el pueblo se entere de lo que hacen por el pueblo.
Sin embargo, ellos podrían hacer más, es decir, dar todo lo que hoy en día necesita el Ecuador: vivienda para la totalidad de familias que no la tienen, y trabajo para todos los ecuatorianos desempleados.
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Con esas acciones se terminaría la congoja que vive el país, pues hay políticos que están en capacidad de hacerlo, ya que los bienes y recursos que Dios les ha encargado son precisamente para ese fin. De esa manera estarían cumpliendo lo que Jesús le dijo al joven rico cuando este le preguntó: “¿Qué debo hacer para conseguir la vida eterna?”.
De realizar esto a conciencia, el Ecuador sería otro porque Dios iluminaría al país al ver que varios de sus hijos hacen su voluntad, y esos políticos morarían para siempre en el corazón de su pueblo y sus nombres perdurarían en el tiempo, sin necesidad de ser presidentes, etcétera; pero sus persistentes obsesiones por llegar al poder los hace realizar cosas que creo nunca las hubieran hecho, de no tener en sus mentes esta aventura.
¡Reflexionen, políticos, y dediquen mejor su tiempo a lo que proponemos, porque la mejor recompensa de una buena acción es haberla hecho, y sus almas se regocijarán en lo espiritual y moral, porque eso prevalece y nunca muere!
Vicente Jaramillo Guerra
Guayaquil