La Corte Superior de Justicia de Guayaquil y la operadora Pacifictel se disputan por comprar la antigua matriz del Banco del Progreso, situada en la Av. Francisco de Orellana, al norte de la ciudad.
La telefónica empezó primero las conversaciones con el Banco Central (que maneja el edificio desde el 2002), pero la propuesta de la Corte se ajusta a las regulaciones de la entidad: que los pagos se hagan hasta por 15 años.
Pacifictel planteó inicialmente pagarlo a más plazo, según un involucrado en el proceso.
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El Central espera una oferta concreta. Si la hace el Consejo Nacional de la Judicatura, a nombre de la Corte, podrá ser venta directa por ser una institución pública. En el caso de Pacifictel “hay una discusión de orden jurídico. El accionista es el Fondo de Solidaridad, que es público, pero la constitución de Pacifictel tengo entendido lo identifica como privado”, dijo Tarquino Medina, directivo del Central.
Este bien, valorado en $ 36 millones, pasó de la Agencia de Garantía de Depósitos (AGD) al Central para compensar los préstamos de liquidez que el ex instituto emisor hizo a los bancos cuando aún estaban abiertos.
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En esos cuatro años, el Central gastó $ 649 mil en darle mantenimiento a ese edificio de quince pisos, con sótano y terraza. Ese valor incluye los impuestos, la energía (periódicamente se enciende el sistema de acondicionador de aire), limpieza y jardinería. Pero, esos egresos fueron compensados con el alquiler de varios pisos del edificio.
La telefónica Alegro estuvo unos diez meses (entre diciembre del 2004 y septiembre del 2005) y pagó $ 420 mil.. Ahora, Pacifictel se trasladó por 180 días a cuatro pisos y por ellos, el Central recibirá 300 mil dólares más.
Es decir, que el edificio le deja una ganancia de $ 71 mil.