El escándalo se ha transformado en una confrontación entre la libertad de prensa y el respeto a la religión, con otros abogando por un camino intermedio.
Siete personas murieron ayer: cuatro en Afganistán, una en Líbano, otra en Somalia y un sacerdote italiano en Turquía, por las violentas protestas musulmanas en el mundo islámico contra la publicación de caricaturas de Mahoma en diarios europeos.
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La policía afgana disparó ayer a unos 2.000 manifestantes que trataban de penetrar en Bagram, la principal base militar estadounidense en Afganistán, y mataron a dos manifestantes e hirieron a cinco.
Otros dos manifestantes fueron muertos a tiros y otras tres personas, entre ellas dos policías, resultaron heridas en la ciudad de Mihtarlam.
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En Puntlandia, región autónoma del norte de Somalia, una persona murió y otras cinco resultaron heridas cuando la policía reprimió a cientos de musulmanes que protestaban.
En Beirut murió uno de los hombres que el pasado domingo asaltaron y prendieron fuego al consulado danés, tras sufrir graves heridas en la cabeza al chocar con las fuerzas de seguridad que intentaron en vano proteger la legación.
Cura asesinado
En Turquía, el cura misionero italiano Andrea Santoro fue asesinado el domingo, en la parroquia de Trabzon, de un disparo efectuado por un hombre que logró huir, aparentemente un islamista fanático, en un crimen atribuido por las autoridades eclesiásticas católicas al actual ambiente de tensión.
El papa Benedicto XVI condenó ayer el asesinato y manifestó la esperanza de que la “sangre derramada” por el religioso “se convierta en semilla de esperanza para construir la auténtica fraternidad entre los pueblos”.
Mientras, los países árabes han reforzado las medidas de seguridad sobre las misiones diplomáticas occidentales, en especial la danesa, luego de los ataques del domingo a las representaciones diplomáticas de Dinamarca en Siria y Líbano.
El gobierno danés recibió ayer, entre otros, el respaldo del primer ministro británico, Tony Blair, y la Unión Europea destacó la importancia de profundizar el diálogo con el mundo árabe.
Ayer, Irán cortó todos los lazos comerciales con Dinamarca, mientras que una turba de exaltados atacó e intentó quemar las embajadas danesa y austriaca en Teherán.
Además, legisladores iraníes advirtieron de una posible fetua (edicto religioso) contra quienes publicaron en occidente las caricaturas sobre el profeta Mahoma, similares a la que emitió el desaparecido ayatolá Ruhola Jomeini contra el escritor británico Salman Rushdie, el autor de la novela Los versos satánicos.
La Liga Árabe llamó ayer a los musulmanes a la moderación tras las violentas protestas registradas en Líbano y Siria contra las caricaturas de Mahoma.
En París se dio una amenaza de bomba en la redacción del periódico francés France Soir, uno de los que publicó las caricaturas.