Apenas cinco días trabajó el colombiano Rodrigo Valencia como técnico del Imbabura, equipo que este año actuará  en la Serie B.

Valencia llegó el pasado  9 de enero y el 14 de enero fue notificado por los dirigentes de que no iba a continuar como entrenador del plantel.

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Según Nelson Aguirre, presidente de la Asociación de Fútbol de Imbabura y hermano del titular del club, “el técnico no convenció con su trabajo y no llenó ciertas  expectativas”.

La semana pasada se debía realizar una reunión con las autoridades y empresarios de la provincia, pero hasta el momento no se ha llegado a concretar nada para integrar un grupo común que respalde al equipo como representante de la provincia en el fútbol de primera división.

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Por eso, la organización del club y la dirigencia son centro de críticas de la prensa deportiva de Ibarra. Según Guillermo Calderón, editor de deportes de  diario El Norte, “La falta de una directiva organizada es el principal problema en el club. Al no existir una Comisión de Fútbol, no se trabaja con base en objetivos claros y eso ha provocado muy poco interés en la ciudadanía”, señala.

En lo futbolístico, el equipo retomó desde ayer los trabajos a doble jornada. Guillermo Guaña, quien se desempeña como asistente técnico desde la temporada pasada, está encargado del club.

Ayer se confirmó la participación del elenco en un cuadrangular amistoso, que se jugaría entre miércoles y domingo en Cayambe.

En ese torneo preparatorio, a más del Imbabura, intervendrían Aucas, Universidad Católica y Espoli, que jugará nuevamente este año como local en el estadio Guillermo Albornoz de esta localidad.