Las Dolores del caso Fybeca (Vélez, Briones y Guerra) no resistieron ver ayer en el Palacio de Justicia al teniente coronel Eduardo González Flores,  oficial de la Policía que dirigió el operativo Fybeca del 19 de noviembre del 2003, el cual dejó ocho muertos, dos de estos casuales, y tres posibles desaparecidos.

A las 09h30, los 20 agentes involucrados llegaron a rendir testimonio en la audiencia de juzgamiento a  Seydi Vélez Falcones,  la única detenida de este caso que permanece en la Penitenciaría del Litoral.

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Faltaban diez minutos para que los jueces del 3º Tribunal Penal del Guayas instalaran la audiencia cuando ‘las Dolores’ se lanzaron contra los policías. González fue el centro de las arremetidas y palabras fuertes que le lanzaron los familiares de las víctimas.

Luego de que el fiscal Xavier Espinoza Esteves se excusara de realizar la audiencia, porque a esa hora tenía otra en el 1º Tribunal Penal, los  tribunales Segundo y Tercero fueron  escenarios de los incidentes.

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Pese a la fuerte protección policial, ‘las Dolores’ lograron filtrarse y llegar hasta González. Vélez con la Biblia en la mano oró y pidió perdón para el oficial que supuestamente es responsable de la muerte de su esposo, Carlos Andrade Almeida, el cliente que a la hora del operativo (07h15) llegó a comprar pañales para su hija Karla, quien en ese entonces tenía 4 meses.

Dolores Briones trató de alcanzarlo y como no pudo empujó a otros agentes. Mientras, a González y su grupo les gritaban “asesinos”.

González fue protegido por sus subalternos y llevado hasta el despacho del 2º Tribunal Penal. Allí estuvo 15 minutos y luego abandonó el lugar.

Mientras bajaba seis tramos de las escaleras, fue perseguido por ‘las Dolores’, los familiares de Seydi Vélez y demás parientes. El ritmo normal de actividades del Palacio de Justicia se vio alterado cuando González bajaba las escaleras. Mientras descendía volvieron a gritarle “asesino”. También lo hicieron con el sargento Sergio Gaibor y el ex agente Érick Salinas.

Al final de las escaleras los policías lanzaron gases lacrimógenos para dispersar a ‘las Dolores’ y demás familiares. Los gases afectaron a los usuarios y se formó el caos.