Apenas cuatro días después de la muerte del motociclista australiano Andy Caldecott, la 13ª etapa del rally Dakar 2006 vivió este viernes una jornada de luto con la muerte de un niño de  10 años, atropellado por un auto de competición en Guinea.
  
El drama relegó toda la carrera al segundo plano y convirtió apenas en anécdota la victoria de Luc Alphand (Mitsubishi) entre los autos y del italiano Giovanne Sala (KTM), entre las motos, o el abandono del brasileño Jean Azevedo  (KTM) a causa de una caída.
  
El accidente ocurrió en la mañana a unos seis kilómetros de la villa de  Kourahoye, 25 kilómetros después de la salida de la especial.
  
El auto de los letones Maris Saukans (36 años) y Andris Dambis (47 años) circulaba a 97 kilómetros por hora, según informó el director de la prueba,  Etienne Lavigne. Se trata de una velocidad autorizada en esa zona, ya que es limitada a 50 kilómetros por hora en las proximidades de las villas.
  
"Un niño de unos diez años, Bubacar Diallo, que había ido con sus padres a ver pasar el rally, fue atropellado por el vehículo número 420 de la categoría auto cuando cruzaba la carretera", explicó la organización.
 
"El niño, que fue inmediatamente atendido por los equipos médicos del  rally, desgraciadamente falleció cuando era trasladado en helicóptero a Labé", añadió la dirección del rally en un comunicado.
 
Según los testigos, el niño intentó cruzar la ruta para reunirse con su  madre y Saukans y Dambis se detuvieron a unos 200 metros del lugar del  impacto.
  
Justo detrás de ellos llegó un vehículo del equipo médico, que intervino de inmediato. Quince minutos después, se encontraban en el lugar de los hechos  tres helicópteros. El niño aún estaba vivo cuando fue subido a uno de ellos.
  
El niño Boubacar es el 9º espectador que muere en la historia del rally  Dakar, 10 años después del primer accidente fatal, también ocurrido en Guinea.
  
El director de seguridad del rally, Roger Kalmanovitz, informó que el padre  del niño y otro integrante de la familia fueron también trasladados a Labé en  uno de los helicópteros.
  
"Ellos fueron recibidos por nuestro personal, y una ceremonia fúnebre musulmana ya está siendo preparada. Los siete ministros que vinieron a Labé  están allí", dijo Kalmanovitz.