Por la falta de lluvias en la Costa, hay sobreoferta de reses en las ferias. El resultado, el precio de los animales bajó en el 25% mientras la carne subió hasta en el 20%.

La crisis en el sector ganadero, producida por la sequía, es aprovechada por  comerciantes que pagan irrisorios precios por las reses.

El problema se evidencia especialmente durante las ferias que se realizan en el cantón manabita de El Carmen y en Santo Domingo de los Colorados, en Pichincha, hasta donde llega el ganado de las zonas afectadas.

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Sin embargo, el bajo precio del ganado no se refleja en el valor al menudeo de la carne y más bien este se ha elevado, según señalan dueños de tercenas en varias ciudades del país, incluyendo Guayaquil.

Los derivados como el queso,también aumentaron su costo y, en muchos casos, escasean.

Cada semana, desde hace un mes y medio, las ferias libres de ganado vacuno en El Carmen y Santo Domingo de los Colorados son escenarios de decepción e incertidumbre, de quejas e impotencia de los agricultores, en especial de quienes residen en las zonas más afectadas por la falta de lluvias.

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Pequeños y grandes ganaderos sufren porque hay sobreoferta de reses y los precios caen, en perjuicio de sus economías.

Paradójicamente, ellos mismos deben pagar en las tercenas precios elevados por la carne de aquellos animales, así como lo hacen los consumidores de Guayaquil y diversas ciudades del país.

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El pasado martes, Ángel Mendoza, del recinto Maicito la Roncadora, esperó cinco horas para poder vender dos toros en la feria libre de El Carmen. “Hay harto ganado, todos están sacando por la sequía y resulta difícil negociar porque los negociantes ofrecen precios muy bajos”, se quejaba el personaje, quien canceló 10 dólares de pasaje para sacar cada res desde su finca, ubicada a una hora y media de El Carmen.

Mendoza dijo que prefería vender porque ya no quedaba pasto en sus terrenos. Con tristeza, él renegaba: “En casos así, solo los campesinos perdemos. Mire que en las tercenas de El Carmen la carne subió de $ 1 a $ 1,25 la libra y a ellos no hay autoridad que los controle”.

Desde la última semana de octubre, el número de reses que se negocian semanalmente en El Carmen ha ido aumentando en las ferias de lunes y viernes. A este centro de comercio y al de Santo Domingo de los Colorados, donde se negocia martes y jueves, llegan los ganaderos de zonas afectadas mayormente por el déficit de lluvias, especialmente de los cantones manabitas Flavio Alfaro, Chone, Calceta, Pedernales y Pichincha.

Si en El Carmen, en octubre se comercializaban semanalmente 1.300 reses, la semana pasada se dieron 1.700 transacciones, según registros de la Asociación de Ganaderos de este cantón.
En Santo Domingo de los Colorados, la cifra semanal subió de 4.400 a 5.000 vacunos negociados. Eso hizo que los precios bajen el 25% con relación a octubre. Así, un toro que costaba $ 460 ese mes, ahora vale $ 400, a razón de $ 0,40 la libra.

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Falta de control
Decenas de ganaderos esperan horas en las ferias con la esperanza de conseguir un cliente que les haga una oferta aceptable. En los corrales y vehículos, decenas de reses, algunas flacas por la falta de comida permanecen enfiladas.
“No hay control de nadie, los intermediarios vienen y pagan pésimo”, indicó el ganadero y comerciante de vacunos, Pedro Cedeño.

En Santo Domingo de los Colorados, el presidente de la Feria de Comercialización, Alejandro Valarezo, ratificó que por efectos  de la sequía en la Costa, el precio del ganado en pie tiende a la baja cada semana. “Está delgado  y flaco, la gente está desesperada tratando de vender”, mencionó.

En ese centro, en una semana el precio de un toro en pie bajó de $ 0,43 la libra a $ 0,40. Si sigue la falta de lluvias, la baja seguirá aún más. El directivo señaló que hasta noviembre, por el anuncio de propagación de la gripe aviar (de pollo) en Asia y Europa, el consumidor, por temor, optó por comprar más la carne de res y el precio subió. Ahora, como existe sobreoferta de reses debería bajar el costo por libra pero el tercenista no lo hace.

El pasado martes, Ramón Román, quien llegó con ganado del cantón Pichincha (Manabí) a Santo Domingo de los Colorados, negoció 55 cabezas de ganado a $ 0,38 la libra. Indicó que prefería vender barato a que se muera en el campo por la sequía.

Ganancia de comerciantes
La baja de precios en las ferias de ganado vacuno, contrasta con lo que sucede en las tercenas de El Carmen (Manabí), Guayaquil y otras ciudades costeñas, donde los propietarios aducen que el alza en el precio de la carne de res se produce por la sequía.

Un tercenero del mercado Caraguay de Guayaquil, que pidió omitir su nombre, culpó a los introductores (grandes comerciantes que traen las reses a la ciudad) de venderles a precios altos a pretexto de la falta de lluvias en la Costa. En ese centro de abastos se oferta la libra de carne pura a $ 1,60. Hace un mes y medio el valor era de $ 1,40.

Sin dar su nombre ni mayores detalles, un introductor detalló el precio de camal y sus gastos de transporte. Hasta el pasado viernes, en el camal de Guayaquil, los introductores vendieron a $ 0,82 la libra de carne recién faenada de buena calidad.

De una res en pie de diez quintales (mil libras), unas 650 libras son aprovechables, señalaron los comerciantes.