El conservador católico Lech Kaczynski sucedió  este viernes al social-demócrata Aleksander Kwasniewski en el cargo de  presidente de Polonia, terminando así la toma del poder por el partido de su  hermano gemelo Jaroslaw Kaczynski.
  
Elegido en la segunda vuelta de la presidencial el 23 de octubre, Lech  Kaczynski juró ante las dos cámaras reunidas del Parlamento.
  
En su discurso de investidura abogó por una reforma profunda de Polonia,  "en justicia, solidaridad y honradez".
  
"El Estado no funciona correctamente. Debe ser hecho de nuevo y depurado",  dijo, y prometió erradicar "la corrupción y el crimen que han desfigurado las  instituciones públicas" desde la caída del régimen comunista en Polonia hace  dieciséis años
  
"Estoy convencido de que Polonia necesita una nueva ley fundamental que  corresponderá mejor a nuestras necesidades que la Constitución actual. Voy a  actuar" (en este sentido), afirmó Lech Kaczynski.
  
Ex ministro de Justicia y alcalde de Varsovia, Kaczynski se fogueó en la  lucha contra las mafias y promovió un sistema jurídico riguroso y represivo.
  
En política extranjera, Lech Kaczynski confirmó con fuerza "la opción  euro-atlántica" elegida por Polonia y su alianza estrecha con Estados Unidos.
  
Se congratuló asimismo por el reciente mejoramiento de las relaciones con  Alemania y F
rancia y destacó la persistencia de "problemas" en las relaciones  polaco-alemanas.
  
Kaczynski se manifestó por "una forma más concreta de asociación  estratégica con Ucrania" y el mejoramiento de relaciones con Rusia. "No hay  razón objetiva para que estas relaciones no sean buenas", estimó Kaczynski.
  
Sus prerrogativas como mandatario no son muy importantes, pero su partido  Derecho y Justicia (PIS), dirigido por su hermano gemelo Jaroslaw, también ganó  las legislativas y formó un gobierno minoritario.
  
Es una situación inédita en la historia moderna europea, donde dos hermanos  gemelos, Lech y  Jaroslaw Kaczynski, controlan los mandos del poder en  Varsovia.
  
Jaroslaw Kaczynski renunció al cargo de Primer Ministro, que le  correspondía lógicamente, para no obstaculizar la marcha de Lech hacia la  presidencia del Estado.
  
Pero Jaroslav fue quien escogió a Kazimierz Marcinkiewicz para dirigir el  gobierno, así como a numerosos de sus allegados para los principales  ministerios.
  
Juristas de formación, ambos se comprometieron en la oposición  anticomunista a fines de los años 1970. Muy cercanos colaboradores del jefe  histórico del sindicato Solidaridad, Lech Walesa, disgustados de éste desde  comienzos de los años 1990, fundaron Derecho y Justicia en 2001.