La justicia holandesa reconoció este viernes el genocidio cometido por Saddam Hussein contra los kurdos de Irak en los años ochenta, pero absolvió a un empresario neerlandés sospechoso de complicidad en ese genocidio.
El fallo marca la primera vez que un tribunal acepta que Saddam Hussein cometió un genocidio en Irak cuando en 1988 masacró a los kurdos en Halabja.
Ese ataque contra los kurdos, que mató a más de 5.000 personas en un día, está incluido en los cargos contra el ex presidente iraquí, que está siendo juzgado actualmente en Bagdad.
Por su parte el empresario holandés Frans Van Anraat fue declarado culpable de complicidad en crímenes de guerra y condenado a 15 años de cárcel, aunque fue absuelto del cargo de complicidad en un genocidio.