Cuatro jóvenes indígenas de la comuna Kisquinchir, perteneciente al cantón Saraguro, en Loja, partieron a EE.UU. el 14 de diciembre del 2004, y desde entonces sus familias desconocen su paradero.

Los parientes creen que  desaparecieron en alta mar porque otro joven que partió con la misma intención días después, tras ser deportado, contó que los vio en una embarcación dañada.

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“Encontramos un barco con otros ecuatorianos que  estaba averiado, no pudimos ayudarlos porque nuestro barco estaba lleno y era peligroso, solo les pasamos comida y agua para que resistan. Al llegar a Guatemala  avisamos a los coyotes, ellos dijeron que se encargarían, pero no sé qué pasó”, dijo el testigo, quien pidió la protección de la identidad.

Miguel Sosoranga Puchicela, Kevin Alison Japón Medina, Wilson Rodrigo Japón Suquilanda y Savino Ortega Contento, están seguros de que sus hijos desaparecieron en ese barco a la deriva.

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“No creemos que  estén muertos porque no vemos sus cuerpos y tenemos la esperanza de que aparezcan en cualquier momento”, aseveró Luis Japón Suquilanda, hermano menor de Wilson Rodrigo.

Sus padres lamentan la desaparición de su primogénito y dicen que el sueño americano jamás estuvo en la mente de su hijo, ya que antes de partir construyó un galpón para una fábrica de tejas y ladrillos.

Su vástago fue dirigente de varias organizaciones indígenas y gerente de la cooperativa Huagra Huma, por lo que accedió a un crédito de 50 mil dólares a través de organizaciones para cumplir su objetivo.

Antes de solicitar el préstamo el joven dirigente negoció por 45 mil dólares la maquinaria necesaria para montar la empresa familiar, sin embargo, cuando quiso adquirirla en Loja, los comerciantes subieron 30 mil dólares en el contrato.

“Esto le molestó y decidió sacar adelante su empresa como sea, allí decidió irse”, comentó su madre María Delia Suquilanda.