El Gobierno argentino echará mano a sus  reservas monetarias para cancelar toda la deuda con el Fondo Monetario  Internacional (FMI) que se eleva a 9.810 millones de dólares, anunció este jueves  el presidente Néstor Kirchner, dos días después de que Brasil adoptara la misma  determinación.

"Con este pago, (al FMI), estamos sepultando buena parte de nuestro pasado  de endeudamiento. Lo haremos con nuestras reservas de libre disponibilidad (del  Banco Central)", subrayó Kirchner en un acto en la Casa Rosada (gobierno),  donde su discurso fue interrumpido varias veces con aplausos y vítores.

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Kirchner dijo que la deuda con el FMI será cancelada anticipadamente en un  sólo pago, hacia finales de año, sin afectar la estabilidad monetaria.

El primer mandatario precisó haber conversado previamente sobre la drástica  decisión con los presidentes de los países del Mercosur (Brasil, Uruguay y  Paraguay).

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En particular mencionó el respaldo que le brindaron el presidente  brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva y el de Venezuela, Hugo Chávez, cuyo país  comenzó hace una semana su proceso de ingreso al bloque como socio pleno.

Brasil había anunciado esta semana que cancelará a fin de mes la totalidad  de su deuda con el FMI, de 15.500 millones de dólares con vencimientos  programados en 2006 y 2007.

El jefe de Estado recordó que el país finalizó este año "el más gigantesco  canje de deuda de la historia y reestructurado la deuda (en mora)" por unos  81.800 millones de dólares, con una fuerte quita y una adhesión de 76,15%.

"Tenemos un problema de arrastre que condiciona nuestra economía y es la  deuda pública. Hemos tomado la decisión de destinar nuestras reservas de libre  disponibilidad (en el Banco Central) al pago de la deuda total con el FMI",  dijo Kirchner.

El anuncio lo hizo en presencia de gobernadores provinciales, líderes  empresariales, dirigentes sindicales, parlamentarios, las Madres de Plaza de  Mayo y jefes de las Fuerzas Armadas, en el Salón Blanco de la sede  gubernamental.

"Hoy es un día histórico", elogió Estela Carlotto, presidenta de Abuelas de  Plaza de Mayo, entidad que busca a decenas de bebés robados a prisioneros  políticos durante la última dictadura (1976-1983).

La autoridad monetaria atesora reservas por casi 27.000 millones de dólares  y la deuda pública total argentina asciende a unos 126.000 millones de dólares  después de la reestructuración que puso fin a la moratoria en febrero último.

"No hemos recibido ayuda del FMI. No han aportado ni una moneda para la  superación de la crisis", lamentó el primer mandatario en su discurso, en el  que volvió a cuestionar como en otros actos públicos las políticas de ajuste  pregonadas por el instituto financiero.

Kirchner dijo que Argentina le ha pagado al FMI unos 6.000 millones de  dólares desde que empezó la peor crisis de la historia del país en 2001 y  reiteró que "debe realizarse una profunda reforma del organismo".

Según el Presidente, la decisión representa "un ahorro de pago de intereses  de casi 1.000 millones de dólares", tras recordar que los vencimientos con el  FMI representaban sólo en 2006 unos 5.000 millones de dólares.

Carlos Álvarez, flamante presidente de la Comisión de Representantes del  Mercosur, declaró que la decisión del Gobierno "es importante para recuperar la  iniciativa económica y cuantos menos condicionamientos se tengan y menos  endeudado esté el país, habrá mayores márgenes de libertad".

Argentina está pagando religiosamente cada vencimiento con el FMI desde que  en 2004 se le suspendió la ayuda hasta que pudiese reestructurar su deuda en  mora por 81.800 millones de dólares.

Altos funcionarios del FMI dijeron que Argentina debería bajar el tipo de  cambio, aumentar las tarifas de servicios públicos, reabrir el canje de la  deuda para los bonistas rebeldes y aumentar la tasa de interés para combatir  una inflación de 11,1% acumulada en lo que va del año.

Pero el Gobierno le respondió que no está dispuesto a modificar la política  económica que llevó al país a una recuperación en torno al 26% acumulado desde  2003.

El director gerente del FMI, Rodrigo Rato, había convocado el miércoles a  los países emergentes como Argentina a aprovechar el buen momento de la  economía mundial para efectuar reformas, siguiendo el ejemplo de Brasil.