La última vez que los ‘socceroos’ fueron a una Copa del Mundo fue en Alemania 1974. Ellos vuelven a una esta cita luego de 32 años.
A los australianos se los conoce más por el Abierto de Tenis que se juega en ese país, por sus nadadores, canguros, o hasta el rugby, pero del fútbol muy poco.
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Sin embargo, el ocaso en el que estuvo sumido el balompié australiano encontró la luz con una nueva generación de ‘socceroos’ (como se conoce popularmente a los jugadores de la selección de ese país) que terminó con la larga espera de 32 años el 16 de noviembre pasado al eliminar a Uruguay por penaltis, en la repesca.
En Montevideo, los celestes tuvieron una mínima ventaja de 1-0 en el partido de ida, que en Sydney fue revertida con una anotación de Marco Bresciano y en la tanda de penaltis, los canguros ganaron 4-2.
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La ausencia de Australia en la fase final de la Copa del Mundo quizá estuvo vinculado al sistema de clasificación al que debía sujetarse: la eliminatoria de Oceanía no otorga cupos directos al Mundial. Solo ofrece una plaza para la repesca.
La última cita mundialista de Australia fue, por coincidencia, en la misma Alemania en 1974, teniendo como capitán al recordado Johnny Warren.
Ahora el héroe de la campaña australiana es el técnico holandés Guus Hiddink, quien asumió la dirección del equipo en julio del 2005 y con solo un mes de preparación inició el reto.
Luego de quedar primero en la fase preliminar de la zona de Oceanía, se enfrentó a Islas Salomón y la superó fácilmente con un contundente 7-0 en el partido de ida, en Sydney; y también ganó en Honiara 2-1. Sin embargo, el fantasma de los fracasos y frustraciones de los anteriores 32 años no perturbó a Hiddink.
“Mucha gente dice que es imposible ganarle a un equipo sudamericano experimentado”, dijo Hiddink al referirse a su siguiente adversario, Uruguay, con el que debía pelear el pase a Alemania 2006. “Creo que ese será mi desafío: hacer posible lo imposible”... y el holandés logró devolver la ilusión y pasión por el fútbol a los 20 millones de australianos.
Pero ¿qué tiene el equipo australiano? En su mayoría, los socceroos juegan en Europa, como John Aloisi (Alavés, de España), Marco Bresciano (Parma, de Italia), Tim Cahill (Everton, de Inglaterra), Scott Chipperfield (FC Basilea, de Suiza), Brett Emerton (Blackburn inglés), Vince Grella (Parma italiano), Zeljko Kalac (Milan, de Italia), Harry Kewell (Liverpool), Craig Moore (Newcastle), Lucas Neill (Blackburn), Tony Popovic (Crystal Palace inglés), Mark Schwarzer (Middlesbrough inglés), Josip Skoko (Wigan Athletic inglés), Mile Sterjovski (FC Basilea), Tony Vidmar (NAC Breda) y Mark Viduka (Middlesbrough). El futbolista Simon Colosimo es el único que actúa en la liga australiana, en el Perth Glory.
Definitivamente, el juego de Australia está fomentado por la idea transformadora del adiestrador Hiddink, con una aplicación muy osada y con total convicción vencedora. La gloria de Australia también terminó una amarga forma de disputar el cupo al Mundial. A partir de la próxima eliminatoria, los socceroos integrarán la zona asiática y se despiden de Oceanía.
EL TÉCNICO
Guus Hiddink
Muy personal
Nació el 8 de noviembre de 1946 en Wisch, Holanda. Como futbolista se desempeñó como volante. Se inició en 1967, en el De Graafschap, luego pasó al PSV, Washington y San José (EE.UU.), NEC (Holanda). En 1985 asumió la dirección del PSV. En Francia 1998 dirigió Holanda. En el 2002 a Corea del Sur y este año se hizo cargo de Australia.
Títulos conseguidos
Con el PSV Eindhoven fue campeón de Holanda cuatro años (1985, 1986, 1988, 1989). En 1988 conquistó la Liga de Campeones con el PSV. Con el Real Madrid ganó la Copa Intercontinental de 1998.
LA FIGURA
Marco Bresciano
Volante ofensivo del Parma italiano, de 25 años. Forma parte del proceso del fútbol australiano en los últimos diez años. Desde 1997 fue ascendiendo en selecciones Sub 17, Sub 20 y Sub 13. En el 2001 debutó en las mayores y en la presente eliminatoria ha otorgado importantes goles para Australia.