El argentino David Nalbandian se doctoró como maestro en Shanghai y demostró que el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, también es humano, al vencerlo en cinco sets por parciales de 6-7 (4), 6-7 (11), 6-2, 6-1 y 7-6 (3) en algo más de cuatro horas y media de partido.