El ex árbitro alemán Robert Hoyzer, quien admitió manipular partidos, fue condenado ayer a dos años y cinco meses de prisión por el escándalo que avergonzó a las autoridades del fútbol germano.

Hoyzer, de 26 años, y otro árbitro, Dominik Marks, de 30, fueron declarados culpables de aprovechar su influencia para arreglar resultados de partidos que dirigieron a cambio de dinero proporcionado por el croata Ante Sapina, organizador de apuestas clandestinas, en un fraude valuado en 2,34 millones de dólares.

Marks recibió una condena de un año y seis meses de prisión en suspenso y solo será encarcelado si vuelve a cometer un delito, en cuyo caso se le aplica la sentencia.

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La condena a prisión de Hoyzer fue una sorpresa, ya que los fiscales tomaron su confesión en cuenta y solo buscaban una sentencia de prisión en suspenso.

“No fue una falta juvenil sino un delito grave”, dijo el juez presidente del tribunal, Gerti Kramer. “Violó su importante deber de la neutralidad”, añadió Kramer, quien explicó que el ex árbitro era consciente de los enormes beneficios que generó y que también intentó captar a otros colegas.

Sapina, un apostador compulsivo de 29 años que se jugó enormes cantidades de dinero en los encuentros pitados por los árbitros, fue condenado a dos años y 11 meses.

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Sus hermanos mayores Filip y Milan, de 38 años y 40 años respectivamente, recibieron condenas de prisión en suspenso por su colaboración en la operación delictiva de Ante. Filip fue sentenciado a un año y Milan, dueño de un bar, a un año y cuatro meses.