La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, anunció este martes que Israel y los palestinos alcanzaron un acuerdo para abrir las fronteras de la franja de Gaza, al término de intensas negociaciones bajo la égida del Cuarteto y de Washington.
  
El acuerdo permitirá la reapertura del paso de Rafah, punto fronterizo entre la franja de Gaza y Egipto, y poner fin, así, al aislamiento de los 1,3  millones de palestinos que viven en el territorio de Gaza.
  
Rice, que llegó el lunes a la región, hizo todos los esfuerzos posibles para hacer realidad un acuerdo que quedó en suspenso después de la retirada del Ejército israelí de la franja de Gaza, el pasado 12 de septiembre, tras 38 años  de ocupación.
  
La jefa de la diplomacia estadounidense precisó en una rueda de prensa que, en base al acuerdo alcanzado, el paso de Rafah podría reabrirse a partir del 25  de noviembre.
  
Rice estuvo acompañada en la conferencia de prensa por el enviado del Cuarteto para Oriente Medio --Estados Unidos, Unión Europea (UE), Rusia y ONU--, James Wolfensohn, y por el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Javier Solana.
  
La secretaria estadounidense, sin embargo, subrayó la fragilidad del  acuerdo al precisar que aún queda mucho por hacer "para asegurarse de que lo acordado será efectivamente puesto en marcha".
  
Los palestinos se lamentaron en los últimos días de que la franja de Gaza, una región superpoblada y pobre, se haya convertido en "una gran prisión" donde la situación económica ha empeorado aún más durante los últimos dos meses tras la retirada israelí.
  
El Banco Mundial estima que el 70% de los habitantes de la franja de Gaza vive bajo el umbral de pobreza y que el desempleo afecta al 44% de la población  activa, en un territorio donde los menores de 18 años suponen el 60% de la  población.
  
El nuevo acuerdo contempla también la constitución de una "oficina de enlace" bajo supervisión europea para garantizar la vigilancia por vídeo del paso fronterizo de Rafah en tiempo real.
  
También estipula que Israel autorice la exportación, por los puntos de paso de la franja de Gaza, de los productos agrícolas palestinos.
  
Israel, por su parte, aceptó facilitar los movimientos de bienes y personas entre la franja de Gaza y Cisjordania. De esta forma, las caravanas de autobuses entre ambas zonas deberán funcionar a partir del 15 de diciembre.
  
El acuerdo también precisa que las autoridades israelíes suprimirán, "en la  medida de lo posible", los puestos de control en Cisjordania, para facilitar la circulación de la población palestina. Algunas medidas en este sentido deben ser tomadas antes del 31 de diciembre.
  
Asimismo, se prevé la construcción de un puerto en Gaza, así como la  continuación de las negociaciones para la apertura de un aeropuerto en la zona, ya que el de Rafah fue prácticamente destruido por el ejército israelí.
  
El ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, afirmó en declaraciones a la  radio militar que el acuerdo es "un paso más en las medidas de confianza tomadas por Israel con respecto a los palestinos".
  
Estados Unidos presentó el lunes por la noche sus propuestas para las fronteras de Gaza inspirándose en un compromiso presentado por Wolfensohn al que los palestinos habían dado su aprobación con anterioridad.
  
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abas, anunció el lunes un acuerdo inminente sobre las fronteras de la franja de Gaza.
  
Por otra parte, el ejército israelí detuvo a once presuntos miembros de  grupos armados palestinos en la noche del lunes al martes, mientras que un  soldado resultó ligeramente herido en la explosión de un artefacto durante una  incursión en Naplusa (norte de Cisjordania).