Frecuentemente los políticos corruptos, cuando los echan de sus cargos o se les termina su periodo y se les descubre pillerías, se declaran perseguidos políticos y huyen cargando lo que más pueden; cuando toda persona honesta permanece en el país y trata de desvirtuar con pruebas.

Tan bajo han caído los políticos (no todos) que los errores que cometen en el ejercicio de sus cargos los pintan como “persecución política”.

En meses pasados se lanzó una propuesta para tratar una ley, “muerte política” o algo por el estilo, para sentenciar de por vida a quienes en un cargo público cometían deshonestidad; pero fue una burla puesto que ya se olvidaron de dicho proyecto; les pareció mal que entrara en vigencia.

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Sugiero al Presidente de la República que acoja ese proyecto para que sea parte de la consulta popular. Se debe aprobar una ley que impida a todos los que han ocupado cargos públicos, enajenar bienes y salir del país hasta que los organismos de control hagan una auditoria a su gestión, y obligarlos declarar sus bienes a la entrada y salida de sus cargos; en caso de no acatar este mandato, sancionarlos con prisión.

Francisco Alcívar Villegas
Guayaquil