Más de 10 millones de electores están convocados hoy a las urnas para participar en la primera de la tres jornadas en que se han dividido las elecciones parlamentarias egipcias, que se prolongarán hasta diciembre.

Pese a la apatía que había impregnado la campaña electoral, los colegios electorales en El Cairo mostraban una gran animación desde que fueran abiertos a las 8.00 de la mañana, con numerosos votantes y decenas de auxiliares de los candidatos que buscaban el apoyo de los posibles indecisos.

Algunos, no tenían empacho de seguir a los electores hasta el interior de los propios colegios.
En el céntrico distrito de Dokki un grupo de mujeres con el rostro cubierto por el niqab (velo islámico) pedían el respaldo para los candidatos de los ilegalizados Hermanos Musulmanes en este barrio de clase media.

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Aferradas a la consigna del grupo -"el Islam es la solución"-, las mujeres se dedicaban a facilitar folletos y fotos de los candidatos frente a un colegio con un nombre histórico y clave para la organización, Gamal Abdel Naser.

Este ex presidente egipcio, instigador de la revuelta que en 1952 derrocó la monarquía, fue el hombre que dos años después ilegalizó a la organización tras sufrir un intento de asesinato.

"Sólo queremos recordar a la gente que vote a los Hermanos", declaró a EFE Sara Ahmed, una joven de 20 años cubierta de pies a cabeza.

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"El Islam tiene una solución para todos los problemas económicos, políticos, religiosos e incluso protege los derechos de los cristianos", insistió Sara, de quien solo eran visibles sus ojos.

La misma idea clamaba instantes después uno de los dirigentes de la organización, Seif al-Islam Hasan al-Bana, quien tras ejercer su derecho animó a otros votantes a elegir la misma opción.

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Los candidatos de los Hermanos Musulmanes se presentan como independientes para evitar la prohibición.

"La religión es la solución y si los Hermanos llegan al poder seguro que habrán reformas en el país. No nos preocupa el proceso si no el recuento y el resultado final", agregó Al-Bana, quien descartó que se produjeran incidentes.

Frente al mismo colegio, se detuvieron instantes después varios microbuses repletos de mujeres, que después confesaron haber votado a los candidatos del gobernante Partido Nacional Democrático (PND), que en las pasadas parlamentarias copó el 90 por ciento de los escaños.

"Todas hemos elegido a Amal Osman (candidata del PND) porque se comprometió a ayudar a los pobres", afirmó Aziza Abdel Aziz, mientras que se sentaba en el suelo junto a sus vecinas, todas de un barrio popular.

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Todas ellas admitieron, no obstante, no saber nada del programa electoral de dicha candidata.
Aziza, reconoció, además, que permanecerán sentadas en la acera frente del centro electoral, porque "igual nos pagan algo o por lo menos nos ofrecen bocadillos por venir aquí para dar nuestros votos".

En el interior del colegio, las mujeres recibieron a la candidata con canciones y alabanzas, y se peleaban incluso para poder saludarla.

Las elecciones parlamentarias, que arrancaron hoy en El Cairo y otras siete provincias, se celebran en tres fases y servirán para diseñar el camino político futuro del país.

A parte de la nueva composición de la Cámara -que con toda probabilidad volverá a dominar el PND-, los comicios suponen el primer paso para la presidenciales de 2011.

Asimismo, servirán para despejar otras dos cuestiones claves de cara al futuro del país árabe más poblado de Africa.

Por un lado, dejarán claro el grado de apoyo popular y de libertad política de los que disfruta el reprimido grupo de los Hermanos Musulmanes.

Por otro, deberán esclarecer la solidez con la que ha calado en la sociedad el programa de reformas emprendido por el PND y la fortaleza interna de la formación, involucrada en un proceso de renovación emprendido por Gamal Mubarak, hijo del presidente.