Cuando los militares de EE.UU. cedieron el control del canal de Panamá en 1999, dejaron atrás cientos de armas en la jungla que aún siguen matando a la gente y el presidente George W. Bush enfrentará severas protestas cuando inicie esta noche una visita al país.

Washington controló casi todo el siglo XX el canal de Panamá y usó parte del terreno para sus prácticas de tiro, donde aún hay morteros, granadas, bombas, cohetes y residuos del arma biológica “agente naranja”.