Los colombianos conmemoraron ayer los 20 años de la trágica toma del Palacio de Justicia por guerrilleros del M-19 (Movimiento 19 de Abril), que causó la muerte de un centenar de personas, entre ellas la cúpula de la Corte Suprema, el 6 y 7 de noviembre de 1985.

Los trágicos sucesos se recordaron con una misa en la catedral de Bogotá, a la que asistieron familiares de los juristas y empleados sacrificados y la colocación de fotografías de los jueces muertos en la toma, en el nuevo Palacio de Justicia, construido sobre las ruinas del original. En la plaza de Bolívar, se colocaron miles de claveles rojos.

El asalto fue protagonizado por más de treinta rebeldes del M-19, grupo que se desarticuló en 1990 por medio de un acuerdo de paz, y concluyó con tiroteos, incendios y bombardeos entre guerrilleros y militares.

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Miles de expedientes judiciales quedaron reducidos a cenizas y murieron once magistrados de la Corte Suprema, entre ellos su presidente, Alfonso Reyes Echandía, además de otras 88 personas.

De otras once nunca más se supo, entre ellos empleados, proveedores de la cafetería y dos guerrilleras, que testigos afirman salieron con vida.

La Corte Suprema anunció que una “comisión de la verdad” investigará, luego de dos décadas, la destrucción de las pruebas, la suerte de los desaparecidos y la desatención del gobierno a las súplicas de Reyes Echandía de que se evitara un baño de sangre.