Para sacar el proceso de paz de la encrucijada, los jefes paramilitares solicitaron un nuevo acuerdo que amplíe el plazo para desmovilizar a millares de combatientes.
  
El presidente Alvaro Uribe advirtió que debe cumplirse el pacto de desarmar, a más tardar el 31 de diciembre, a éstos grupos anti-insurgentes.
    
Nuestra firme voluntad es contribuir con la desactivación de la guerra, pero a raíz de esta situación que enfrentamos hoy, los espacios y los tiempos se alteraron, dijo Ernesto Báez, jefe político de las Autodefensas Unidas de Colombia, una confederación de grupos paramilitares.
    
Esperamos reunirnos con el Gobierno Nacional. Confiamos en que unos y otros logremos destrabar el proceso, reorganizar el cronograma de desmovilizaciones y continuar con ésta negociación, agregó Báez en una entrevista con CMI, noticiero de televisión el miércoles en la noche.
  
El Comisionado de Paz Luis Carlos Restrepo advirtió el lunes que si para el 31 de diciembre los paramilitares no se han desmovilizado, tendrán que enfrentar al ejército colombiano.
  
Tras el acuerdo de Santa Fe de Ralito del 15 de julio de 2003 se han desmovilizado casi 11.000 paramilitares, pero Báez dijo que hay otros 10.000 diseminados en 25 zonas del país por lo cual   es cierto que la totalidad de los bloques que aún están en pie de guerra no podrán desmovilizarse en tiempo tan corto.
  
Báez afirmó que las AUC aspiran a que en el nuevo acuerdo se aclaren los sitios de reclusión en donde pagarán sus penas los líderes paramilitares que confiesen sus delitos, la suerte de quienes han sido solicitados en extradición por los Estados Unidos en donde afrontan acusaciones de narcotráfico, la reinserción social y laboral de los millares de desmovilizados y su futuro en la actividad política.
  
El presidente Uribe manifestó que es inmodificable el cronograma de desmovilización de los grupos paramilitares.
    
Lo más benéfico para el país, para las instituciones y para los integrantes de estos grupos es que ese proceso de paz tenga credibilidad, y una de las razones para que tenga credibilidad es que se cumpla el plazo de desmovilización, sostuvo el mandatario al participar en el Congreso Nacional Agrario en miércoles en la noche.
    
Tan grave es que se diga que el gobierno y las fuerzas institucionales no son capaces de enfrentar eficazmente la guerrilla, como grave que no se desmovilicen los paramilitares, agregó.
  
Uribe está bajo presión de sectores de la oposición para que los paramilitares dejen las armas en el plazo pactado y no interfieran en las elecciones de legisladores en marzo y en las presidenciales de mayo de 2006.
  
Igualmente los Estados Unidos han condicionado a la extradición de los cabecillas del paramilitarismo la entrega de una ayuda de 20 millones de dólares aprobada el miércoles por el Congreso destinada al financiamiento de algunos programas de reinserción de los desmovilizados.
  
Los grupos paramilitares fueron creados hace mas de dos décadas por ganaderos y hacendados para librarse del asedio de la guerrilla, pero su crecimiento fue tan veloz en los últimos años, que desbordaron en número a los grupos rebeldes y tomaron el control de amplios sectores del país con acciones de terror.