Dos de siete heridos por una explosión en la localidad turística de Playa del Carmen, en el estado de Quintana Roo, fallecieron a causa de sus quemaduras, en tanto que un hombre murió en Yucatán por el golpe de una rama de árbol, por el paso del huracán Wilma por México.
"En el transcurso de la noche fallecieron dos de las siete personas que sufrieron quemaduras a consecuencia de la explosión de un tanque de gas LP, que se suscitó ayer (viernes) en Playa del Carmen", detalló en un comunicado el gobernador de Quintana Roo, Félix González.
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En esta localidad a unos 80 km al sur de Cancún (este), Wilma causó daños en al menos un millar de casas, había explicado a la AFP Moisés Ramírez, comandante de Protección Civil en esa localidad.
El huracán Wilma envió marejadas sobre la estrecha franja de tierra donde se encuentran los principales hoteles turísticos de Cancún, que inundaron los pisos bajos de los edificios y obligaron a unos 30.000 turistas a permanecer en hoteles y refugios con profusas filtraciones.
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A medida que el vórtice de la tormenta pasaba sobre Cancún, docenas de residentes saquearon varias tiendas cuyas vitrinas habían sido destrozadas por las ráfagas. La gente salía de por lo menos cuatro tiendas con sacos llenos de pasta, refrescos y atún enlatado, mientras otros se llevaban sillas, mesas y lámparas de una mueblería. La policía custodiaba sólo los establecimientos más grandes.
La tormenta se estancó sobre el centro del balneario, donde quedaron atrapados numerosos grupos de socorristas. Los funcionarios municipales y de hospitales no dieron informes inmediatos de muertes.
Un millar de personas que se albergaban en un refugio del centro debieron ser evacuadas el viernes cuando el tejado del edificio amenazó con desplomarse. La tormenta destrozó ventanas, hundió tejados, convirtió corredores interiores en túneles de viento y llenó de lluvia multitud de habitaciones.
Los hoteles utilizados como refugios arrimaron los muebles a las ventanas como medida defensiva, pero la fuerza del viento atravesó pronto esas barreras improvisadas. Los muebles y otros escombros flotaban en el agua -- de un metro de profundidad -- que inundaba las calles y los pisos bajos de los edificios, mientras los residentes observaban el paso de los vientos desde sus balcones de los pisos altos.
Las marejadas cubrieron la zona hotelera de Cancún, construida entre el océano y una laguna.
El agua está pasando del mar a la laguna, dijo Félix González Cantú, gobernador del estado de Quintana Roo, que incluye a Cancún. Nunca hemos tenido una tormenta como esta en la historia de Quintana Roo.
El vórtice del huracán de categoría 3, que ya había ocasionado la muerte de 13 personas en Jamaica y Haití, pasó primero por la isla de Cozumel, la más afectada por la perturbación, y luego se dirigió hacia Playa del Carmen y Cancún.
Destrucción
La lenta tormenta azotó la costa por más de 24 horas y se esperaba que continuara en el área por lo menos hasta el sábado por la noche, elevando el riesgo de un desastre catastrófico.
"Es un monstruo. Está aullando todo el tiempo", dijo Guadalupe Torroella en el costero centro turístico de Cancún, donde el agua del mar llegó a tierra e inundó los hoteles internacionales del lujoso balneario.
Las autoridades dijeron que no habían reportes de muertes hasta el momento y que habían evacuado a más de 50.000 personas, mientras el panorama es de numerosos postes de luz eléctrica y ramas de árboles caídos, vidrios rotos y agua por doquier.
Deslaves provocados por lluvias de Wilma mataron a 10 personas en Haití esta semana, mientras Cuba -que ha evacuado a 368,00 personas- fue castigada por varios tornados cuando el huracán golpeó la parte oeste de la isla.
Se esperaba que Wilma comenzara a castigar el sur del densamente poblado estado de Florida el domingo. Las autoridades en los Cayos ordenaron a los turistas abandonar el lugar y consideraban evacuar a los 80.000 residentes de las islas.