En estos locales se hicieron los arreglos para fiestas y homenajes póstumos.
Ahora que es común hablar de florerías para la compra directa u ordenar la confección de ramos, coronas y arreglos florales y así cumplir con los compromisos sociales, aquello se encargó un poco antes de la segunda mitad del siglo XX a los ‘jardines’, que en la ciudad existían numerosos en las cercanías del cementerio general y los barrios del Astillero, Cuba y otros sectores.