La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió ayer más helicópteros, agua, tiendas de campaña y dinero para la situación desesperada que vive Pakistán, donde “se pierde la batalla contrarreloj”, y auguró que la recuperación de ese país llevará “años” luego de los destrozos que causó el terremoto del pasado sábado.

Ayer, la población enfrentó otro sismo de 5,6 grados en la escala de Richter, no causó daños pero sí susto.

Jan Egeland, subsecretario para Asuntos Humanitarios de la ONU, dijo que “la batalla” de enviar ayuda a los pueblos pequeños se está perdiendo y hace falta triplicar el número de helicóptero, más agua, más tiendas y más dinero. Diversos medios informan que hasta en la basura los sobrevivientes buscan algún alimento.

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Algunos damnificados comparten la doble condena de tener que enterrar a sus familiares y amigos y, a la vez, buscar a los que todavía están desaparecidos, a quienes hay cada vez menos esperanza de encontrar vivos, conforme pasan las horas.

La zona afectada recibía ayer un flujo de provisiones, pero la escena seguía caótica. Al momento solo hay compromisos de ayuda por casi $ 350 millones.

El desconocimiento de la zona afectada es una de las principales dificultades con las que se encuentra la Cruz Roja para prestar asistencia.