Un tesoro pirata supuestamente escondido en la isla chilena Robinson Crusoe, en el océano Pacífico, será desenterrado por el Estado, tras un acuerdo entre autoridades locales y la empresa que dice haberlo descubierto.
El hallazgo lo hizo hace once días la empresa de seguridad Wagner con un robot que detecta metales.
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La fortuna, enterrada hace tres siglos por navegantes españoles e ingleses, habría sido localizada en el sector de Tres Puntas, de difícil acceso, escasas planicies y sin una playa cercana.
La empresa declinó ejecutar las excavaciones por la magnitud de la tarea, pero mantiene su postura de que la fortuna debería ser repartida entre el Estado, la isla e instituciones de beneficencia. La posición de las autoridades es que el 100% del tesoro es para el fisco chileno.
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El anuncio del hallazgo del tesoro, compuesto al parecer por unas 800 toneladas de oro, plata y joyas por valor de 10.000 millones de dólares, despertó la euforia de los 600 habitantes de la isla.
La isla inspiró al narrador inglés Daniel Defoe en 1729 para su novela Robinson Crusoe, historia de un marinero escocés abandonado solo en una isla en 1704 y rescatado cuatro años después, basado en la historia real del marino Alexander Selkirk.
La leyenda cuenta que en 1714 el navegante español Juan Esteban Ubilla y Echeverría ocultó el cuantioso tesoro, luego desenterrado y llevado a otra zona por el marino inglés Cornelius Webb.