La túnica blanca del papa Benedicto XVI asustó a un niño que pensó que era un médico cuando visitó ayer un hospital infantil.

El niño comenzó a llorar cuando el Pontífice, de 78 años, se acercó a su cama en la unidad de cardiología del hospital del Niño Jesús cercano al Vaticano.

“Es por el blanco (de la sotana)”, explicó una enfermera al Papa. “Ya no puede soportar más esas batas blancas”.