Algunos dulces mexicanos que se venden en barrios hispanos de esta ciudad provocaron la emisión de advertencias por parte de la Administración Federal de Alimentos y Fármacos (FDA, por sus siglas en inglés) por contener niveles altos de plomo.
Por ello, las autoridades de la ciudad dieron comienzo a una campaña de información pública.
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Los dueños de negocios hispanos han cooperado ampliamente en la remoción de dulces de sus negocios y los que ahora se venden son considerados como seguros, indicaron las autoridades de la ciudad durante una conferencia de prensa celebrada este jueves.
Sin embargo, el comisionado en funciones de Salud, Francine J. Childs pidió a los padres que lleven a sus hijos al médico o a una clínica de la ciudad para que les realicen pruebas para detectar envenenamiento por consumo de plomo si les preocupa que sus hijos hayan consumido alguno de esos productos con alta cantidad de plomo.
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Uno no puede saber a simple vista si un niño ha sufrido envenenamiento por plomo, indicó Childs.
Apenas pequeñas cantidades superiores a los niveles de plomo podrían causar daños en los cerebros en desarrollo de los niños.
Además, los menores pueden absorber plomo de otras maneras, como por tierra o pedazos de pintura de paredes de casas que fueron construidas o pintadas antes de que se prohibiera la colocación de plomo en la pintura.
Como el plomo se acumula en el cuerpo, los expertos recomiendan evitar incluso cantidades ínfimas en la medida de lo posible.
Frutas o paletas de caramelo sumidas o mezcladas con polvos de chile son populares entre los mexicanos y los mercados habían encontrado un mercado creciente para este tipo de mezclas en Estados Unidos, particularmente en áreas de gran cantidad de inmigrantes.
El año pasado, la FDA advirtió que los niños no deberían consumir cierto tipo de dulces importados de México porque podrían estar contaminados con pequeñas dosis de plomo.
Lorena Beltrán, una funcionaria hispana de la ciudad, indicó que los dueños de negocios que fueron visitados por autoridades de la ciudad recibieron peticiones de colocar un afiche que mostrara los dulces que presuntamente contenían altas cantidades de plomo.
Si uno ve el afiche, uno sabe que ya visitamos esa tienda y uno puede revisar para asegurarse que los dulces que compra usted no se encuentran entre ellos (los contaminados), dijo Beltrán.