La comitiva del presidente estadounidense  George W. Bush podría reducirse y sus asistentes tendrán que acordarse de apagar luces, computadoras e impresoras para ahorrar energía tras el paso del  huracán Rita, informó la Casa Blanca este martes.

Mientras Bush realizaba su séptima visita al corazón energético de Estados Unidos, la costa del Golfo de México, golpeada por dos huracanes sucesivos en  menos de un mes, el portavoz presidencial Scott McClellan explicó las medidas con las que Washington pensaba liderar los esfuerzos de ahorro de energía.

En la visita a Beaumont (Texas, sur) la prensa tuvo que arreglárselas con una camioneta de menos, mientras los funcionarios compartieron sus vehículos con invitados del presidente, explicó McClellan.

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"Todos los pasos que la gente pueda dar ayudarán", afirmó el portavoz al  día siguiente de que Bush llamara a sus compatriotas a conducir menos ante los  problemas en el suministro de gasolina.

Pero la comitiva presidencial, pese a contar con menos vehículos, fue  utilizada para trasladar a Bush por menos de un kilómetro desde su avión presidencial hasta el lugar de su primera aparición pública en Beaumont.

McClellan agregó que la Casa Blanca instará a los funcionarios a compartir vehículos oficiales, utilizar el transporte público y considerar la posibilidad de realizar videoconferencias en lugar de trasladarse para reuniones.

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Tras su paso el sábado por el sur del país, el huracán Rita parece haber  logrado lo que las organizaciones ambientalistas y la crisis energética que  sufrió el Estado de California (oeste) en 2001 no pudieron: obligar a la Casa Blanca a pedir a los estadounidenses que pasen menos tiempo al volante.

Hace cuatro años, cuando se le preguntó al portavoz presidencial de  entonces, Ari Fleischer, si los estadounidenses deberían cambiar su estilo de  vida, basado en el alto consumo de hidrocarburos, la respuesta había sido: "Ese  es un gran no. El modo de vida estadounidense es sagrado y tenemos abundantes  recursos".

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