El diputado Roberto Jefferson, el primer denunciante de los escándalos de corrupción que estremecen a Brasil, fue destituido ayer por la Cámara Baja y acusó al presidente Luiz Inácio Lula da Silva de ser “culpable por acción u omisión”.
Jefferson fue procesado por haber acusado sin pruebas al Partido de los Trabajadores (PT), de Lula de sobornar legisladores.