La veterana francesa Mary Pierce se sobrepuso a fuertes dolores en el muslo derecho y en la espalda, para derrotar este viernes a la rusa Elena Dementieva por 3-6, 6-2, 6-2 y avanzar a su primera final de un Abierto de tenis de Estados Unidos, último torneo del Gran Slam del año.
  
Pierce, duodécima cabeza de serie, disputará el título el sábado contra la ganadora de la otra semifinal de esta jornada, a cargo de la también rusa Maria  Sharapova (N.1) y la belga Kim Clijsters (N.4).
  
Pierce, de 30 años, se convirtió en la primera tenista francesa que  disputará una final de Flushing Meadows.
  
La tenista gala, campeona del Abierto de Australia de 1995 y Roland Garros de 2000, no había podido pasar más allá de los cuartos de finales en doce participaciones anteriores en Abiertos neoyorquinos.
 
La tenista gala se burló de los pronósticos en su contra y con un juego más inteligente desestabilizó a la rusa, finalista del pasado año en Flushing  Meadows y ubicada como sexta cabeza se serie en esta edición.
 
"No me lo puedo creer. Es fantástico", dijo Pierce con voz quebrada por la emoción, al finalizar el tenso partido de poco más de dos horas de duración.
 
La francesa se recuperó de un primer set donde Dementieva le quebró dos veces el servicio, y con mucha flema fue encontrando las grietas en el juego de  la muralla rusa.
 
Con saques que llegaron a marcarle hasta 178 kilómetros por hora, la Pierce colocó 4 aces y consiguió el 78 por ciento de los puntos de servicio. Además, metió 24 tiros ganadores, cometió 32 errores no forzados y quebró cuatro veces  y totalizó 85 puntos.
  
Dementieva no estuvo tan mal en su trabajo de campo, con 25 tiros  ganadores, 12 de 14 puntos ganados en la red y la misma cantidad de errores que  Pierce, pero el partido se le escapó por su saque, con el que cometió seis  dobles faltas.
  
La rusa comenzó con un paso impresionante, quebrando dos veces a Pierce para llevarse la primera manga de forma cómoda.
  
En el intermedio del primero al segundo set, Pierce pidió el primero de sus dos tiempos médicos y el partido se detuvo por 12 minutos, mientras la francesa  recibía tratamiento para una lesión en su muslo derecho, además de masajes en  la espalda.
  
La pausa parece haber afectado el ritmo de la rusa, que permitió un quiebre en el tercer game, momento a partir del cual Pierce tomó la iniciativa. Tras quebrar una segunda vez, la francesa se llevó el parcial por 6-2.
  
En la nueva pausa, Pierce llamó nuevamente a la doctora y Dementieva fue a los sanitarios.
  
En el partido anterior de cuartos de final contra la favorita Lindsay  Davenport, la rusa había ido tambièn a los vestidores, sólo que entonces  regresó de los baños para ganar el choque.
  
Empero, ahora se encontró con una rival más aplomada, que aguardó de nuevo el momento adecuado para tomar las riendas del parcial.
  
Con otro quiebre en el tercer juego, la Pierce prácticamente se abrió el camino al triunfo.
  
Con el 5-2 en su contra, Dementieva batalló duro para evitar un punto de  partido, pero igual en la siguiente manga Pierce hizo valer su saque y luego de tres empates, se llevó la esperada victoria cuando la rusa estrelló una  devolución contra la malla.
  
Pierce, que jugará el sábado la quinta final de Gran Slam en su carrera, ya se coronó este año en Roland Garros, cuando venció a la belga Justine  Henine-Hardene por 6-1, 6-1.