El huracán destruyó edificios y vehículos, inundó ciudades y se cree que dejará cientos de muertos.
El huracán Katrina inundó grandes zonas de los estados de Luisiana, Mississippi y Alabama, y se teme que dejó cientos de muertos, convirtiéndose en uno de los mayores desastres en la historia de Estados Unidos.
Los norteamericanos comenzaban ayer a tomar conciencia de la amplitud del percance, considerado catástrofe nacional, mientras las autoridades no pueden aún suministrar un balance preciso de víctimas y daños.
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Aunque la única cifra oficial confirmada de víctimas del huracán Katrina es la del estado de Florida, afectado por el ciclón el pasado jueves, donde once personas murieron, se estima que el número total será de varios cientos.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo que la ayuda del gobierno para las víctimas ya estaba en camino y suspendió sus vacaciones para coordinar las acciones.
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El ciclón aisló del resto del mundo a la ciudad de Nueva Orleans, Luisiana, construida por debajo del nivel del mar y que ayer estaba en el 80% bajo el agua, que seguía subiendo de nivel al romperse uno de los diques que protege a la ciudad del lago Pontchartrain.
La gobernadora de Luisiana, Kathleen Blanco, dijo que en Nueva Orleans “se perdieron muchas vidas” y anunció la evacuación total de los centros para refugiados, entre ellos el estadio Superdomo que tiene a 20.000 refugiados sin aire acondicionado ni agua y donde, según señaló una periodista local a la cadena CNN, un hombre se suicidó saltando desde una tribuna.
El hospital de la ciudad estaba rodeado de dos metros de agua y se consideraba evacuar a sus 1.000 pacientes. “El agua está subiendo tan rápido que no puedo ni describirlo”, dijo la vicepresidenta del Centro Médico de la Universidad Tulane, Karen Troyer-Caraway.
Antes del huracán en Nueva Orleans fallecieron tres ancianos cuando eran evacuados pero la cantidad total de víctimas era incierta. El alcalde de la ciudad, Ray Nagin, manifestó que había visto cuerpos “flotando en el agua” y que “en algunos lugares, el nivel del agua llega a siete metros”.
Centenares de personas que no atendieron las órdenes de las autoridades para evacuar la ciudad el pasado domingo permanecen en tejados y en las copas de los árboles en espera de ser rescatadas por los helicópteros.
La policía utilizó botes para llegar a las áreas inundadas y salvar a algunas de las personas atrapadas. Otras fueron recogidas de los techos de las casas en helicóptero.
Las personas utilizaron hachas y, por lo menos en un caso una escopeta, para abrir huecos en los techos y poder escapar. Podía escucharse a muchos de los que aún no habían sido rescatados gritando por ayuda, dijo la policía.
“Esta es una historia de horror. Preferiría estar leyéndola en otro sitio que viviéndola”, dijo Aaron Broussard, presidente de la parroquia de Jefferson, que incluye parte de Nueva Orleans y Grand Isle, localidad sobre la costa.
Marejada en Mississippi
Pero el mayor número de víctimas se dio en el estado de Mississippi, donde el gobernador Haley Barbour, informó que en la ciudad de Biloxi, unas 30 personas murieron ahogadas o aplastadas al caer un complejo de apartamentos y 35 socorristas desaparecieron cuando un centro de operaciones de emergencia fue arrasado por las crecidas en el condado de Hankcok.
Cientos de personas podrían haber muerto tras quedar atrapadas en sus casas cuando una marejada ciclónica de 9 metros penetró más de un kilómetro y medio en la costa sur de Mississippi.
“Es nuestro tsunami”, dijo el alcalde de Biloxi.
Varios puentes que unen las ciudades de la costa fueron arrastrados por Katrina y la principal autopista de Biloxi seguía ayer intransitable.
El drama humano es intenso. Harvey Jackson llora ante la cámara de la cadena local WKRG. Este hombre negro, de bigotes y de unos 40 años, acompañado de dos niños, perdió a su esposa.
“Mi mujer, no puedo encontrar su cuerpo, desapareció”, se lamenta entre sollozos.
Su casa se partió en dos después de haber sido golpeada por una ola gigantesca.
“Subimos al techo. La sostuve por la mano tan fuerte como pude. Me dijo. ‘No podrás sostenerme. Cuida a los niños ”, cuenta, sacudiendo la cabeza a uno y otro lado.
CATÁSTROFE
Pérdidas
Las empresas estadounidenses de seguros, estiman pérdidas que podrían alcanzar los 35.000 millones de dólares.
Petróleo
El precio del barril de petróleo superó ayer los 70 dólares en Nueva York porque más de 710 pozos y plataformas petroleras en el Golfo de México paralizaron sus actividades.
Sin luz
Katrina dejó cerca de cinco millones de personas sin servicio eléctrico en los estados de Luisiana, Mississippi, Alabama y Florida.
Sin teléfono
Por lo menos 73.574 usuarios de Alabama, Luisiana y Mississippi estaban sin teléfono.
Aeropuertos
Los aeropuertos internacionales de Nueva Orleans (Luisiana), Mobile (Alabama) y Pensacola (Florida) permanecían cerrados.
Control militar
El Pentágono estableció un mando militar que coordinará las tareas de socorro y mantenimiento del orden en el sur de Estados Unidos y dispuso unos 7.500 soldados de la Guardia Nacional.
Diario
El periódico Times-Picayune, de Nueva Orleans, se vio forzado a evacuar su edificio, perdiéndose una de las fuentes más directas de información.
Saqueos
Cientos de personas saqueaban tiendas en el barrio francés de Nueva Orleans, pero otras personas, claramente necesitadas, salían de las tiendas llevándose pañales y leche en polvo para bebés en medio de escenas de caos, indicó la CNN.
Aún peligroso
El estado de Alabama también fue golpeado por Katrina, que en la noche del lunes se degradó a tormenta tropical cuando penetraba en el interior del país, pero el Centro Nacional de Huracanes advirtió que seguía siendo peligroso por sus fuertes vientos y lluvias.
Secuelas
Mike Brown, director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias explicó que decenas de miles de personas necesitarán refugio por semanas o quizás meses, pues luego de que haya bajado el nivel del agua, el peligro continuará a causa de los daños estructurales, contaminación y enfermedades.