Intensas lluvias, fuertes vientos e inundaciones costeras han afectado en las últimas horas a la región occidental cubana debido a la influencia del huracán "Katrina", informo este sábado el Instituto local de Meteorología.

"Las lluvias han sido continuas e intensas en la región occidental de Cuba, donde se ha registrado vientos sostenidos de entre 65 y 70 kilómetros por hora y rachas de hasta cien kilómetros por hora", dijo hoy una institución científica cubana.

Las más altas cotas de precipitaciones en las últimas seis horas se registraron en San Juan y Martínez y Santa Lucía, en la provincia de Pinar del Río, con 115 y 89 milímetros, y en la localidad habanera de Güira de Melena, con 80 milímetros.

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Añadió que se han producido además inundaciones costeras por penetraciones del mar en zonas bajas de la costa sur de la región occidental.

"Esto se debe a que la región occidental cubana se encuentra bajo la influencia del huracán intenso Katrina, de categoría 3 en la escala Saffir-Simpson, de cinco", añadió la fuente.

El Instituto de Meteorología pronosticó que las lluvias continuarán afectando esa región geográfica cubana este fin de semana, y que para el lunes se espera una mejoría del tiempo.

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Además indicó que se espera el inicio de inundaciones costeras por penetración del mar en la costa norte de la región occidental de Cuba, incluyendo el Malecón habanero.

El huracán "Katrina", que causó al menos cuatro muertes y grandes daños materiales en los últimos días a su paso por el estado norteamericano de Florida, tenía su centro a las seis de la mañana a unos 270 kilómetros al oeste de Cayo Hueso y a unos 840 kilómetros al suroeste de Nueva Orleans.

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La tormenta tiene vientos máximos de 185 kilómetros por hora y se al oeste a once kilómetros por hora y se estima que en las próximas horas ganará más intensidad, hasta alcanzar la categoría 4.

Cuba fue azotada el pasado julio por el potente huracán "Dennis", con categoría cuatro, que cruzó de este a oeste once provincias de la isla, causando dieciséis muertos y pérdidas económicas por más de 1.400 millones de dólares.

Además, afectó a más de 120.000 viviendas, obligó a la evacuación de 1,5 millones de ciudadanos y dañó los servicios de electricidad, suministro de agua y comunicaciones.