Forajidos, compungidos y confundidos. Parece que estos términos y los hechos se encuentran estrechamente vinculados entre sí en la época que actualmente vive nuestro país.

Forajidos: como reacción lógica de quienes queremos un país estable, organizado y orientado a un desarrollo integral, pero solo eso, reacción momentánea y movimiento efímero sin estructura que lamentablemente en poco tiempo se ha vuelto intrascendente o se está extinguiendo. Compungidos: porque nuestro país no tiene otro destino que el retroceso y la permanente pugna, inconformidad social y desinformación.

Confundidos: porque no sabemos quién o quiénes tienen la razón, ya que no se llega a un entendimiento entre las funciones del Estado, objetivos nacionales concretos o a un consenso nacional coherente y único, sin la enfermiza y egoísta influencia político partidista tradicional o hegemónica.

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La transformación radical y el reencuentro es una necesidad para no quedarnos al margen de la irreversible globalización o influencia externa. Es momento de la colaboración incondicional y la unidad nacional de todos los ecuatorianos sin excepción.

Dr. Rodrigo Calvache F.
Guayaquil