Theodore Van Kirk, el piloto que manejó el avión de donde se lanzó la primera bomba atómica en el mundo, sobre Hiroshima en 1945, aseguró esta mañana en entrevista telefónica con Citynoticas (89.3 FM en Guayaquil), que la idea de su tripulación era “terminar o acortar la Segunda Guerra Mundial”.

Van Kirk manifestó que durante los días de su entrenamiento “nuestro único objetivo era terminar con la guerra, o acortarla, estábamos cansados de ella y si tirar una bomba sobre Japón la terminaría, lo haríamos”.

También informó que la ciudad de Hiroshima no era un blanco al azar, sino un objetivo militar. “Existían cien blancos militares en Hiroshima, y el principal blanco era el cuartel general de la fuerza armada japonesa, que proveía el material para futuros ataques japoneses”.

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Van Kirk aseguró que lo primero que se le vino a la mente al ver estallar la bomba fue que el ataque había sido un éxito. “Lo segundo que pensé fue la gran destrucción que ocasinó al ver tanta cantidad de energía”.

Finalmente, el ex piloto, de 84 años, afirma no arrepentirse de nada de lo que hizo, “porque yo estaba cumpliendo con mi trabajo. Además, con los bombarderos japoneses se mataron una gran cantidad de personas que pudo haber aumentado sino se detenía la guerra ya”.

60 años después
La ciudad japonesa de Hiroshima, primer  blanco de la bomba atómica de la historia, conmemoró este sábado el 60º aniversario del bombardeo, en momentos en que los riesgos de proliferación  nuclear y el fracaso del desarme parecen más amenazantes que nunca.

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"Hoy somos todos hibakushas ", afirmó el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en referencia al nombre japonés dado a los 266.000 supervivientes irradiados de los bombardeos atómicos en Hiroshima (el 6 de agosto de 1945) y Nagasaki (9 de agosto de ese mismo año).

"También encaramos una amenaza real de que las armas nucleares se  propaguen. Sin una acción concertada, corremos peligro de vernos confrontados a  una proliferación nuclear en cadena", advirtió el secretario general de las Naciones Unidas en un mensaje leído ante 55.000 personas reunidas en el Parque de la Paz de Hiroshima, en el sur de Japón.