La visita del presidente colombiano Álvaro Uribe a George W. Bush en su hacienda de Texas, reforzó la alianza entre los dos mandatarios y apuntalan la aspiración de Bogotá de obtener recursos frescos de Washington para una segunda fase del plan Colombia.

"Lo que tenemos es un apoyo a la gestión del aliado, pero que no es  novedoso porque esa ha sido la característica de la relación entre los dos gobernantes" señaló este viernes Alejo Vargas, profesor de ciencias políticas de la Universidad Nacional en Bogotá.

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Bush se comprometió con Uribe a pedir al Congreso que siga respaldando el Plan Colombia, tras una reunión simbólica en su propiedad de Crawford (Texas, centro-sur), que subrayó el carácter que Washington da al mandatario colombiano como su principal aliado en la región.
  
Uribe, que respaldó la intervención en Irak y que se alineó con Estados Unidos en la reciente elección del nuevo secretario general de la OEA, defiende la necesidad de enmarcar sus esfuerzos contra la guerrilla colombiana en la ofensiva internacional contra el terrorismo.
  
El mandatario colombiano es visto en Washington además como un contrapoder a su vecino venezolano Hugo Chávez.
  
"Voy a pedir al Congreso que mantenga nuestro compromiso de seguir con los programas de seguimiento para el Plan Colombia, de modo que Colombia pueda construir su propio progreso y ganar su guerra contra el narcoterrorismo", afirmó Bush a la prensa tras el encuentro.
  
"Es un reconocimiento de Bush a un aliado incondicional, como lo ha sido Uribe, pero veo difícil que eso se traduzca en incrementos de ayuda económica", explicó Vargas.
  
Washington ha destinado desde el 2000 más de 3.300 millones de dólares para la lucha contra la guerrilla y el narcotráfico, pero su desembolso está condicionado por parte del Congreso a una certificación de derechos humanos.
  
La visita de Uribe, coincidió con el anuncio el lunes de que la secretaria de Estado Condoleezza Rice certificó a Colombia en materia de Derechos Humanos, lo que permitió liberar unos 62 millones de dólares en ayuda, aunque precisó que "todavía quedaba mucho por hacer" en materia humanitaria.
  
Uribe, quien busca su reelección en el 2006, aspira ahora a que se mantenga la colaboración financiera de Estados Unidos para sus programas contra la guerrilla y el narcotráfico. "El país ganó mucho con el Plan Colombia y eso hay que mantenerlo" señaló Uribe a comienzos de julio.
 
"El Plan Colombia llega a su fin, pero nuestro compromiso con Colombia no termina" dijo Rice en una visita a Bogotá hace dos meses.
  
La ayuda antidrogas y la dificultosa negociación de un Tratado de Libre Comercio son los principales ejes de la política de Bogotá con Estados Unidos.

El director de la Asociación Nacional de Exportadores (Analdex) de  Colombia, Javier Díaz, consideró positivo los resultados de la visita de Uribe a Estados Unidos y dijo que espera se traduzca en avances en el TLC.
  
"Creo que fue una jornada muy positiva para los dos países y espero que se  pueda consolidar en resultados concretos en la negociación" comentó Díaz.
  
El TLC con Estados Unidos que Colombia, junto con sus socios andinos Perú y  Ecuador, esperan finalizar en los próximos meses, es considerado vital para reemplazar las ventajas arancelarias de que gozan los productos de la región y que caducan en el 2006.